08

3.9K 229 127
                                    

(8)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(8)



UNA VERDAD






María.

Estaba llegando a mi departamento caminando lo más paja del mundo cuando veo a Gianluca fuera del edificio (otra vez) esperando mientras se fumaba un cigarrillo y me sorprende, no lo invité y él no me dijo que vendría.

—¿Sabes que tenés que preguntarme antes de venir?

El tira su cigarrillo al suelo para acercarse con una sonrisa y darme un beso en la comisura de mis labios. Sonrío algo alejada, no sabía porque ahora venía más de seguido a verme, igualmente lo dejo que suba conmigo, soy estúpida y débil.

No era todos los días, así que aprovechaba de su compañía, cocinamos juntos y después nos comimos unas especies de postres chiquitos de crema, oreo y banda de cositas más que dijo que lo compró en el camino. Cómo la última vez Joaquín movió la televisión de mi habitación a la sala, sacamos el colchón para tirar en la sala espaciosa y Gian se termina quedando a dormir conmigo, miramos una película pero la verdad a mi no me gustaba para nada.

—A Bianchini me lo crucé ayer en On tap... —comenta de repente haciendo referencia al bar donde frecuentaba mi amigo, lo miro a Gian parecía que quería decir algo más y lo dice nomás—. No me saludo.

Ahí está.

—¿Y?

—¿Le decís algo de nosotros? —cuestiona con suspicacia y yo largo una carcajada, nunca le hablaba sobre nosotros a Joaquín y creo que a él tampoco le interesa—. Digo, porque para seguir esquivandome...

—Gian, con todo respeto, ¿Qué mierda le voy a contar? No pasa nada interesante entre nosotros y creo que a Joaquín no le interesaría saber tampoco.

—¿Es tu mejor amigo, no? —continua girando su cabeza a verme, asiento, el insiste con su teoría—. Bueno, por algo no me quiere.

—¿Y qué te importa eso? Nunca te importó que opinaba él o Guadalupe.

—Bueno, eso era antes... —farfulla más bajo volviendo su vista a la película—. Planeo que nos viéramos más de seguido, no quiero que sea incómodo si coincido con ellos.

Ahora la que está impresionada era yo, ¿Qué decía este tarado? ¿Y por qué ahora quería hablar de eso?

—¿Me perdí algo? —consulto desentendida.

Zelaya niega para contestar como si nada, muy relajado.

—Es que ahora estás más centrada. Responsable. Estás mejor viviendo acá, podemos congeniar mejor.

¿Me estaba tomando el pelo?

—¿Estoy centrada porqué vivo en un departamento más grande y porqué voy a cursar tres veces a la semana? —pregunto apoyando mi codo en el colchón para mirarlo.

tercer piso | wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora