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(15)
SUS AMIGOS
(1.2)
14/05.
María.
—Paso cinco días y no me hablo.
Le cuento al teléfono a Guadalupe después de contarnos absolutamente todo de lo que podíamos hablar. También recuerdo que no lo veía hace como tres días.
—¿Estás segura que le diste bien tu número?
—¡Si!
Creo, bueno si, creo que sí. Me quedo pensando un momento y si, estaba segura que sí.
—Raro eh —opina Guadalupe y le doy toda la razón—. ¿No le dijiste nada malo?
No que yo recuerde, igual, vuelvo a repasar la conversación de ese mate. Todo fue bien, hasta que el me pidió mi número y se fue, luego de ese día solo lo ví de lejos a su amigo cuando volví de la facu.
—No, juro que no. —confirmo y suspiro, quería dar por cerrado este tema—. Pero ya está, no hablemos más. No es importante, lo que menos necesito es un pibito para hacerme la cabeza.
—¡No, que ya está! ¡No está nada! —la escucho gritar, me río—. Compro chipacitos y estoy en tu depa en máximo veinte minutos.
—Guada, no, no hace falta... —intento decir pero la muy puta me cortó, si me corto—. Hija de puta.
Guadalupe lo dijo, veinticinco minutos después me hizo sonar el celular para que baje abrirle, lo hago pero frunzo el ceño al verla con un persona que no esperaba.
—¡Hola! —saluda sonriente Sofía, la amiga de Guadalupe con quién fuimos al Lollapalooza con una bolsa de chipacitos en la mano.
Sonrío como puedo perdida y dirijo mi mirada a mi mejor amiga esperando una explicación lógica.
—Ella es la que más conoce la vida de Valentín Oliva en modo fan. —me explica y estoy abriendo mi boca para putearla—. Nos vamos a sacar algunas dudas.
—¿¡Le contaste!? —exclamo mirándola mal mientras intentaba abrir el portón de mierda.
—¡Tres cabezas piensan más que dos! —se excusa sonriendo como pelotuda, claramente.
