15: Demasiado Blake para ser verdad

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Envolví la prueba en papel higiénico y la tiré en el cesto. Salí, y Hassan estaba en la cama, sentado con los codos en las rodillas. Di un salto al verlo, y él alzó la vista hacia mí. Arrugué la cara e intenté escapar, pero él se levantó y me cogió del brazo.

-¡Suéltame! ¡Suéltame! -Intenté darle manotazos, pero él me cogió las manos y las unió a su pecho.

Me abrazó con fuerza y yo me dejé llevar. Otra vez. Fingí sollozos contra su hombro, y lo abracé con fuerza. A veces mi risa se mezclaba con el llanto, pero él no lo notó. Cuando me apartó, mis ojos estaban húmedos. Y los suyos. Bien, sí actuaba bastante bien, pero no mejor que yo.

-Creo que la he cagado -admitió.

-Y tanto. -Lo callé, uniendo mis labios con los suyos.

El resto va así: Ropa fuera, cama dentro, inhibiciones fuera, y otra cosa dentro, pero eso lo dejaré al criterio de cada quién. La forma en que me acariciaba era demasiado lenta y suave como para ser fingida, lo que me confundió por un momento. No. Yo había visto la prueba. Era negativa. Lo había arreglado todo. Él no quería tener nada conmigo. Solo vengarse. Y por eso, yo también.

-Necesito ir al baño -le dije, en medio de la acción.

Él dejó caer la cabeza en la almohada y yo me apresuré a salir. Me vestí en la habitación azul y regresé a la naranja, viendo cómo Hassan se frotaba el rostro. Cogí sus pantalones, que estaban en el suelo, y saqué las llaves. Cuando tintinearon, él alzó la vista.

-Suerte en el infierno -le dije antes de echarme a correr. Él se levantó de inmediato e intentó perseguirme. Iba a mitad del camino de las escaleras cuando yo las desactivé. Él retrocedió cuando los peldaños se elevaron, dejándolo atrapado en el segundo piso-. Sabes que te amo, ¿verdad? -me burlé, lanzándole un par de besos.

-¡Blake! ¡Blake, regresa aquí ahora mismo! -me ordenó.

Caminé hacia atrás sonriendo mientras lo miraba rabiar y estirar sus manos hacia mí.

-¡No puedes hacerme esto! -me gritó a todo pulmón mientras yo cerraba la puerta detrás de mi espalda y soltaba una risita.

-Claro que puedo hacértelo -dije para mí misma.

Corrí hacia el vestíbulo, bajando por las escaleras y dando traspiés. Solo tenía unos minutos antes de que Hassan bajara del segundo piso sin las llaves -o se lanzara- y tecleara la clave para abrir la puerta. Vi las puertas del elevador abrirse, y a él mirándome mientras yo lo saludaba por la ventana del taxi que arrancaba conmigo dentro.

Lo último que vi de él fue que vestía bóxers, iba descalzo y sin camisa y me amenazaba con el dedo desde la mitad de la calle. Yo le lanzaba besos y le alzaba los pulgares desde el parabrisas trasero del coche. No lo vi más cuando doblamos la esquina.

-¿Dónde va, señorita? -me preguntó el taxista con su acento inglés nativo.

-Asilo de ancianos de Hireside 16.

Solo tardamos quince minutos en llegar. Le pagué al taxista con un par de billetes de la cartera de Hassan y me bajé del coche. Intenté entrar libremente, pero un hombre me detuvo.

-¿Viene a visitar a alguien? -me preguntó.

-Estuve aquí ayer -le dije-. Soy Blake Stone, vengo de parte de Bethany Stone en una misión especial

El hombre frunció el ceño.

-¿Qué misión? La señora Stone no nos avisó de su llegada.

-Se trata de regularización. Tienen a una interna trabajando aquí como voluntaria. Necesito revisar su comportamiento.

1. NIÑA MAL: Hecha en Las Vegas (Abi Lí) [TERMINADA]Where stories live. Discover now