8

56 10 4
                                    

—¡Claro que iremos! —acepta Eln la invitación sin ocultar la emoción— hace mucho que no vamos a una fiesta todos juntos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Claro que iremos! —acepta Eln la invitación sin ocultar la emoción— hace mucho que no vamos a una fiesta todos juntos. Y tengo que admitir que me hacía mucha falta.

—Si, suena emocionante —habla Aanni— ¡oh alá! Debo revisar el closet a ver que me pondré —pone cara de tragedia y todos nos echamos a reír.

—¿No hay inconvenientes con tu religión? —le cuestiono.

No me gustaba tocarle el tema religioso a Aanni por miedo a su que lo interprete de mala manera. Y créanme que me he aguantado demasiado, porque me intriga mucho.

—Obvio que no —responde de lo más tranquila—. Mi interpretación del islam es distinta a la de muchos. Por esa razón evito asistir a templos o reuniones.

Oh... es raro oírlo, pero eso deja claro muchas cosas. Siempre creí que las religiones solo tenían una manera de interpretarse, o crees en lo que representan o no crees, y listo una simple lógica. Pero al parecer es mucho mas que eso, solo que este no es el momento para profundizarlo.

Esto es bueno y malo a la vez. Por un lado, es increíble porque claro que quiero a todos mis amigos en la fiesta, si es posible me encantaría que fuera todo Freiheit, pero a la vez es negativo porque una parte de mí quiere lo contrario, que todos se negaran para poder ir y estar solo con Maddie. Porque seguramente Chris estará muy poco con nosotros. Y terminaría dejándome a solas con la pelinegra. Ahora estar a solas con ella lo veo muy difícil.

—¿Puedo invitar a Maddie? —pregunta Eln.

Me sonrojo un poco. Ehm... pues... ¡Ya está invitada!

—Ya la he invito —confieso aguantando el calor en mis mejillas.

—Uh, no sabía que ustedes eran amigos —añade.

Parece extrañada. No me sorprende.

—Hemos hablado un poco, pero nada del otro mundo —farfullo.

—¿Seguro? —me mira con los ojos entre cerrados— te he visto algo raro.

El fuego se dispara por todo mi rostro, y mi tono de piel se transforma en un tono más rojizo.

—¿Raro yo? —me defiendo mientras controlo mi vergüenza— Estoy siempre tranquilo, solo que ella es importante para todos aquí y quiero que asista.

—Sabía que te gustaba desde lo del café —confiesa y suelta una risa tímida— actúas muy raro cuando estas cerca de ella.

—¡CLARO QUE NO! —chillo— SOLO SOMOS AMIGOS —intento mentir, aunque no muy bien.

—¡De acuerdo! ya cálmate... te creo, si tú dices que no te gusta, pues no te gusta y listo —me pone una mano en el hombro— en ese caso no te importara que la invite a una salida de compras de emergencia ¿verdad?

—Ehm... No

Ya en este punto estoy totalmente rojo como un tomate. Desde la cabeza hasta los pies. Disimular ya no me funciona. Solo me queda ignorar hasta que cambian de tema.

Superficial LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora