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Temor

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Temor... Sentimiento desagradable que no le desearía ni a mí peor enemigo. Nunca antes en mi vida había sentido tanto miedo a la muerte como está noche. Mi primera fiesta y termina en un completo desastre. Aún puedo oír el zumbido de los disparos retumbar en mis oídos. Fuerte y claro.

Por suerte lo acontecido no ha sido un ataque terrorista. —Gracias a dios—. Según el reporte policial que pasaron en las noticias, solo fue un enfrentamiento entre pandillas por el control de la venta de drogas en la discoteca. Dos pandilleros murieron y hay otros tres heridos, pero están estables en el hospital.

Siento un poco de satisfacción por esas noticias. Pero no puedo sacarme de la mente la imagen del castaño en la pista de baile, dándole esa extraña bolsa al otro chico. ¿Pudo ser droga? ¿Estaría involucrado Chris en la pelea?

Mis nervios se reavivan sin control y nuevamente los pensamientos negativos comienzan a inundar mi cabeza.

¿Le pasaría algo? Si estuvo involucrado ¿podrá ser uno de los que está herido? O peor... ¿¡Ser uno de los muertos!?

Tengo el teléfono en la mano, apretándolo lo más fuerte posible. Estoy esperando que se comunique conmigo, quiero saber si está bien. El dolor en la palma aumenta, pero apenas puedo notarlo. Los pensamientos no me dejan tocar tierra. Imagino a Chris en una camilla de hospital, intentando sobrevivir. O en el peor caso en una camilla camino a la morgue, con la piel pálida y fría, con los ojos bien abiertos viendo a la nada. Escasos de color... Un cascaron escaso de vida.

No me cabe ninguna duda, mi mente es mi mejor aliada y mi peor enemiga al mismo tiempo.

Seguro estoy exagerando todo —Como siempre—. Lo más probable es que él esté en su cuarto con alguna chica bonita de la fiesta, una nueva víctima a punto de caer en su encanto. Mientras me mato pensando cosas negativas él debe estar feliz, caliente, metiendo su polla como si no hubiese un mañana.

—¿Te encuentras bien? —dice Elene mientras abre la puerta de mi cuarto. Viene junto a Aanni lo que no es buena señal.

—Asustado, pero todo bien —respondo acomodándome en la cama.

—¿Estás seguro? —inquiere Aanni tomándome la mano— Elene me conto como te pusiste antes del tiroteo. ¿Te paso algo? ¿Viste alguna cosa que no debías ver?

El tiroteo se desvanece por un segundo de mi mente y vuelve el recuerdo del momento erótico en el baño. El deseo oculto por Chris y trato de no sonrojarme.

—¡Oh! Si, sí, claro que esta todo bien —intento sonar seguro— bueno.... todo dentro de lo que cabe.

—Te veías tan asustado que al escuchar los dispares pensé en lo peor —confiesa Elene.

—No tenía nada que ver con el tiroteo —aclaro y ellas dan un fuerte suspiro.

—Menos mal —su tono de voz suena ligero, como si estuviese bien con lo que acabo de decirle, pero me ve directo con sus ojos penetrantes, deseosos de información— ¿Necesitas hablar? Aquí tienes dos amigas que te escucharemos sin juzgarte.

Superficial LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora