24: renuncio

5.4K 694 97
                                    





Jungkook odiaba ética, siempre le hacia sentir mal y pensar de más

"cual fue el momento en el que verdaderamente se sintieron felices y cual creen que fue la causa de esa felicidad" Aquello era lo que había preguntado la profesora

El azabache se había deslizado en su puesto, negándose a hacer la actividad al ver que faltaba poco tiempo para la salida. Miró y jugó con el lápiz en sus dedos, haciendo un puchero.

— ¿Jungkook? — preguntó la profesora, acercándose a él al ver que seguía con la hoja en blanco — no me lo tienes que entregar, es para que plasmes tus ideas y pensamientos en algo concreto

— estoy pensando — mintió el Alfa, mirando como el resto de sus compañeros escribían en la hoja y hablaban entre si

Aquello pareció convencer a la Beta y rápidamente se fue de su lado. El azabache volvió a suspirar y maldijo entre dientes cuando el tiempo parecía ir más lento de lo normal.

— bien — balbuceó, tomando su lápiz dispuesto a escribir algo

"cual fue el momento en el que verdaderamente se sintieron felices y cual creen que fue la causa de esa felicidad" 

Jungkook era feliz actualmente con Taehyung a su lado, pero no era el momento en el que verdaderamente se estaba sintiendo así. Ese momento había pasado algunos años atrás, cuando apenas era un cachorro y se la pasaba con sus amigos a todas partes.

Sus amigos, aquellos que conoció desde el jardín de niños. ¿Cuantos momentos buenos no pasaron juntos?

El azabache recordaba uno en especifico. Su cumpleaños numero siete.

Sus padres habían ahorrado dinero y sus tíos habían ayudado a llenar la cuota del alquiler de un pequeño local de maquinas de videojuegos y un carrusel esplendido, para celebrarle su séptimo cumpleaños ahí junto con sus amigos.

Desde que ellos pisaron ese lugar, se la pasaron de maquina en maquina para tratar de recolectar los boletos suficientes para poder llevarse a casa aquel balón de baloncesto que tanto le gustaba y una pistola de agua.

Rieron, gritaron, corrieron y hasta sudaron en cada juego, para luego poder ir a entregar los boletos y contar cuantos eran. Jungkook se había entristecido un poco cuando la chica que los contaba le dijo que aun faltaban boletos. 

Pero entonces, Yugyeom le entregó en sus manos la tira de boletos que se había conseguido para llevarse un juguete que le gustaba, dándoselo a Jungkook para que consiguiera lo que quería. El pequeño azabache le agradeció, aunque solo le alcanzaba para un juguete.

Jungkook eligió el balón ya que con él podría jugar con sus amigos y compartirlo. Después de todo, ellos le habían ayudado a conseguirlo

Jungkook recuerda que el momento en el que verdaderamente fue feliz, fue cuando sus amigos y él regresaron a su casa después de su fiesta de cumpleaños y jugaron por horas en el patio con ese balón hasta tirarse al suelo del cansancio. ¿Cual había sido la causa de esa felicidad? Estar con sus amigos

El azabache sonrió ladino, no iba a poner eso en la hoja. ¿Que tal si era el único de ellos que escribía eso? Seria muy cursi

Jugó con el lápiz en sus dedos. Lo daría todo por volver el tiempo atrás a la época en que sus amigos no eran unos idiotas

La algarabía que había por el pasillo llamó la atención de los estudiantes y la profesora en el aula. Jungkook estiró un poco su cuello y frunció su ceño al ver la cantidad de estudiantes pasando por ahí a pesar de que todavía el timbre de la salida no había sonado.

La gran mayoría decidió salir a ver que pasaba, incluyendo Jungkook, Jooyoung y Eunwoo.

— joder no veo nada — balbuceó la Alfa, apoyándose en el hombro de Jungkook para estirar su cuello y ver sobre la multitud lo que estaba ocurriendo.

Les valió verga la clase de ética y caminaron con el resto de estudiantes hacia la salida, en donde el embotellamiento se disperso y Jungkook pudo ver lo que estaba ocurriendo.

Habían camionetas de reporteros estacionados frente al instituto y policías. Ahí estaba la madre de Taehyung rodeada de reporteros, y también estaba Mingyu siendo llevando hacia uno de los autos de la policía.

— ¡que m-mierda! — chilló Jungkook, viendo como metían a su amigo en ese auto — ¡que mierda está pasando!

— el estúpido se entregó — Yugyeom llegó con ellos - por lo menos no nos delató ni mencionó

Jungkook comenzó a lagrimear, tapando sus labios con una mano

— por dios Jungkook cálmate, no es para tanto — le regañó Yugyeom, frunciendo su ceño

— ¿¡que no es para tanto!? ¿¡que no lo es!? — Jungkook le encaró, apretando sus manos en puños — ¡la apuesta mató a una Omega y ahora uno de nosotros va a la cárcel! — sollozó

— baja la voz — Eunwoo palmeó su hombro, mirando a su alrededor a ver si alguien le había escuchado

Yugyeom lo tomó de la muñeca para sacarlo de ahí y los cuatro caminaron hasta una de las aulas vacías.

— Mingyu lo quiso así

— ¡por nosotros! — le refutó el azabache rápidamente, apartando su muñeca de él — ¡lo hizo por nosotros! ¡Se sacrificó él por nosotros cuando debimos haber ido todos!

— te equivocas, ¡aquí el único que tiene la culpa de la muerte de esa Omega es Mingyu! —Yugyeom dio un paso hacia él

— ¡pero fue a causa de tu estúpida apuesta! — Jungkook levantó sus brazos

— apuesta que él acepto

Jungkook jugó con el interior de su mejilla y apartó su mirada, respirando profundamente para no plantarle su puño en su mejilla.

Miró sus pies. El momento había llegado

— renuncio a la apuesta — levantó su mirada con el ceño fruncido — Mingyu se entregó para que paráramos esto antes de que terminásemos así y no dejaré que su sacrificio sea en vano — dio unos cuantos pasos hacia adelante — tampoco voy a dejar que le sigan haciendo daño a Jimin y tampoco a Taehyung, por que es mio...

Jooyoung comenzó a reír: — no me digas que te enamoraste de Taehyung

Yugyeom le miró con el ceño fruncido: — tú no puedes renunciar

— ya lo estoy haciendo — Jungkook tragó saliva, sabiendo lo que vendría

Si no cumplía con la apuesta, tendría que renunciar voluntariamente al equipo de baloncesto y se ganaría burlas por parte de aquellos Alfas que alguna vez fueron sus amigos y el resto del instituto

— todos deberían de hacerlo antes de que queden como Mingyu — agregó

Yugyeom cerró el espacio entre ambos: — no le vayas a decir nada a tu suegrita o te juro que Taehyung pagará por la tontería que acabas de hacer

Jungkook volvió a lagrimear. Yugyeom le era irreconocible.

— no lo haré por que los conozco, pero detengan esto mientras puedan — el azabache se apartó, tomando su mochila para irse al escuchar el timbre

El resto del curso lo iba a pasar muy mal, aquellos amigos con los que alguna vez tuvo tardes de risas y diversión ahora se unirían para hacerle la vida imposible

Pero no importaba si Taehyung seguía con él. Su Omega era su nuevo soporte, su único lugar seguro ahora










Your Eyes Tell ᵏᵛWhere stories live. Discover now