VII

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Rai no sabía cómo terminó todo después de ver como Eva se iba corriendo del salón, aunque, una pequeña parte de el le decía que algo había sucedido

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Rai no sabía cómo terminó todo después de ver como Eva se iba corriendo del salón, aunque, una pequeña parte de el le decía que algo había sucedido. Desde que la había conocido, algo en ella estaba mal, sus pensamientos eran lo principal, su vida pasada era lo primero de todo.
Desde que aquella chica nueva piso la secundaria, sintió como todo el ambiente había cambiado de golpe, Eva volvió a cerrarse y a estar insegura de todo lo que la rodeaba.

Aquel día, Frankenstein había salido temprano de la secundaría, obviamente le avisó a todos, tenía unos inconvenientes en la casa, y ese inconveniente era Eva, ella fue golpeada por la nueva en los baños, Raizel se sintió molesto ante eso, aquella chica se había acercado a el y a los demás con un comportamiento diferente, amistoso, agradable, al parecer había demostrado todo lo contrario con Eva.

Rai aquel día acompañó a los niños como de costumbre y se fue a la casa, donde Frankenstein lo recibió con una taza de café, pero el no quería tomar y sentarse como de costumbre en su asiento, quería ver a Eva. Al principio se le hizo difícil debido a que estaba mal por lo que su ciervo le dijo, pero después de tanta insistencia por parte del Noble, el lo llevó a su laboratorio, donde la chica se encontraba acostada, durmiendo, dándole la espalda.

Rai a paso lento se acercó a ella y la observó fijamente, podía notar la respiración algo extraña por parte de ella, como si se le hiciera difícil poder respirar normal, bajo su ojo se encontraba un moretón y en la nariz también. Aquel largo cabello rubio platinado se encontraba despeinado y disperso en todas direcciones.

-Maestro, ella se encuentra bien, dentro de unas horas estará despierta.

-Me quedaré aquí hasta que despierte.

Sabía que no podía convencer al noble de que se vaya, simplemente suspiro y fue por el café para el. Por otro lado, Rai se sentó en la silla cruzado de piernas, lo complicado para el era no poder entenderla cómo podía con los demás, su manera de pensar y de actuar eran extrañas. El noble salió de sus pensamiento al verla moverse, no sabía si se iba a despertar, una parte de el pedía que lo hiciera para verla sonreírle como de costumbre, y así fue.

La joven de cabellos rubios se removió en la camilla y abrió aquellos ojos grises tormentosos que tanto llamó su atención, se sentó y observó a su alrededor algo desorientada hasta posar sus ojos en Rai.

Se rasca los ojos y lo observa fijamente hasta abrir sus ojos de golpe.

-¿Rai? ¿Que hora es?- Ahora que se daba cuenta, ¡Se había dormido! Prometió no hacerlo, difícil estaba por las camilla cómoda.

Sacó sus pies de la cama, estaba cansada de terminar en el mismo lugar, al no recibir alguna respuesta por parte de el, alzó la mirada y volteo a verlo.

-¿No sabes que hora es? - El negó y ella sonrió mientras negaba, la puerta se abrió, dejando ver a un Frankenstein con una taza de té y otra de café, al parecer había sentido que ella despertó, ahora que esta con Rai, su mirada se ensombreció y el noble la observó con más atención, sentía que debía preguntar sobre el tema, pero más o menos sabia que estaba sucediendo con ambas chicas.

Frankenstein sentía que debía de dejar a ambos solos, incluso recibió la mirada de su maestro indicando que se retirara del laboratorio por unos minutos, el rubio se fue no sin antes haberle una reverencia.

Cuando ambos estuvieron en silencio, Rai tomó un sorbo de su café y Eva simplemente siguió como estaba.

-¿Quieres hablar sobre el tema?- Le preguntó mientras dejaba la taza de café en la mesa blanca, se volvió a acomodar en su sofá y se le quedó viendo. Eva alzó la mirada y se giró a verlo, sentía que debía y eso hizo.

-Antes de qué te cuente, ¿Cómo ha estado tu día?

-Incómodo.- La rubia abrió sus ojos con sorpresa, normalmente Rai estaba tranquilo e incluso demuestra estar feliz.

-La chica nueva, es muy...infantil y gritona.

-Entiendo, bueno, ella es así,lo hace para llamar la atención de varios, supongo que debo de alejarme de ti y los demás, ya te echó el ojo encima, Rai, no voy a negar que eres guapo, pero por mi seguridad, lo mejor se-

-No, no tienes porque alejarte de todos por ella, hazle frente, eres valiente Eva.- Sonrió apenada ante lo que escuchó, si fuera tan fácil hacerlo ya lo hubiera hecho desde un principio.

-Rai yo- Fue interrumpida por una mano en su espalda.

Giró su cabeza y Raizel estaba parado a su lado, acariciando su espalda con suavidad, su mirada demostraba tanta tranquilidad que eso provocaba un dolor en el pecho de ella. Giró su cabeza y se quedó mirando sus manos, hasta que sus lágrimas comenzaron a caer sobre sus manos, se sentía tan inestable a su lado, incluso no se permitió llorar frente a nadie, pero Rai provocaba que ella se sintiera así.

El se sentó a su lado en silencio, mientras su mirada estaba perdida, no sabía como consolar a una mujer. De pronto recordó a una pareja de estudiantes abrazarse en el comedor, se giró y pasó sus brazos por la cintura de ella y por último, la pegó a el. Eva se sorprendió por la acción del noble, tenía entendido que el no era de denostar cariño hacía los demás o algo parecido, solo se giró y correspondió su abrazó, era cálido y soltaba seguridad, algo que jamás sintió en los brazos de sus padres.

Después de unos minutos ambos se separaron y se quedaron viendo fijamente por unos segundos, hasta que la rubia se sonroja y mira hacia otro lado, Rai por otro lado seguía observando a la joven en silencio, hasta que una diminuta sonrisa apareció en el rostro de el.

...

En otro lugar lejos de toda la ciudad, más bien en el desierto, bajo la arena se encontraba enorme búnker, aunque no parecía serlo debido a toda la tecnología moderna que había allí dentro. Eso no era lo importante, sino la persona que se encontraba en una especie de trono en medio de la enorme sala.

-Así que, esa joven volvió a dejarlos como la basura? Parece ser muy fuerte para tener 19 años, ¿No creen? Incluso me sorprendió escuchar que Elen esta dentro de ella.

Sonrió arrogante el hombre de cabellos y ojos grises. Aris tenía sus labios apretados ante la humillación que estaba pasando, aún no se creía las veces que fue derrotada por una humana, aunque ya no era totalmente una, ahora compartía su cuerpo con aquel fenómeno.

-Crombel, para la próxima la traeré aquí.- Habló segura de si misma, aunque se hizo pequeña en su lugar al escuchar la risa burlesca del hombre.

-Eso me has dicho varias veces ya, ¿Acaso debería de creerte? Se supone que deberías de derrotar a tres de ellos, pero es al revés, ellos te vencen a ti con facilidad.

Se paró de aquel trono y caminó tranquilamente hacia la salida del lugar, Aris y Yuki caminaron tras el, hasta ver la seña que lea hizo a ambos, incitando que pararan.

-Al parecer tendré que ir yo a buscarla, quédense aquí o salgan a destrozar la ciudad para poder distraer a los Nobles, Eva tiene que estar sola.

Se retiró del lugar dejando a ambos científicos solos, ambos sabían que todo terminaría peor de lo que estaba si el se metía, pero no podían hacer nada para pararlo. Simplemente olvidaron lo sucedido y en silencio se fueron a las máquinas para buscar el próximo lugar la cual atacar.

¿ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ɴᴏʙʟᴇ?Where stories live. Discover now