Capítulo 26: "Primer Día, Segunda Semana"

86 11 1
                                    

Stephania

Despierto media emocionada por los días que me esperan con mi mejor amiga, miro la hora en mi celular son las once de la mañana, comienzan a funcionar mis neuronas para debatir si levantarme, bañarme y desayunar o bajar así.

No lo pienso mucho, voy al baño a lavarme los dientes y la cara, bajo en mi pijama de seda a desayunar. Todos están ahí en la mesa, riendo a excepción de Ale quien está en su habitación, me siento mal por ella, aunque se me está formulando una idea matadora.

—¿Interrumpo?— pregunto.

Todos se fijan en mí, en especial Franco con nuestra discusión en la noche me conmueve un poco y está claro que no ha tomado ninguna decisión veo a Laura como una garrapata junto a él.

—Claro que no Steph— dice Laura—. Hay asiento disponible.

Apunta al lado de Franco, sólo sonrío y me acomodo.

—¿Y Ale?— pregunta Nacho.

—Pasé por su pieza y todavía sigue durmiendo— dedico una sonrisa fingida, no dejaré en evidencia a mi amiga.

—Creí que estaba despierta— menciona Francisco.

—No quise despertarla, aparte si estuviera despierta ¿por que no bajaría a tomar desayuno?

—No, no lo sé.. Sólo comentaba— aclara su garganta al decir eso.

Imbécil con ego mas encima, no dejaré que pisotee a mi amiga.

—Hay panqueques, zumo de naranja, tostadas. ¿Cuál quieres?— pregunta Fran.
—A mi chiquito le gusta los panqueques— dice Laura…

—¿Me alcanzas el zumo?— le pregunto a Fran—. Hoy quiero algo liviano.

—Claro— me tiende el zumo y unas tostadas.

Entre todos cuentan experiencias paranormales, amoríos prohibidos. Yo estoy en silencio imaginando mi outfit cuando me percato de unos ojos puestos en mí, es Franco. Sólo ruedo mis ojos.

—¿Dónde fuiste hace unos días con Nicolás?— pregunta Francisco.

—A follar— respondo con simpleza. La mirada penetrante de Franco se intensifica con eso—. No se queden en silencio— miro a Francisco—, ¿que no has follado estos días?— sonrío cínica.

No sabe qué cara colocar por mi pregunta,  obviamente no va a reconocer lo de mi amiga.

—No me he abstenido— responde.

La cara que te descolocará mi mejor amiga.

—No vayas a perder la práctica—digo con sarcasmo.

—Nunca— responde.

—¿Y los demás?— pregunto.

—Mi chiquito y yo somos furor— Laura besa a Franco en la mejilla.

—Me imagino— respondo.

Escucho a los demás hablar de sus fantasías, tengo que armar la maleta para disfrutar como Dios manda.

Me coloco de pie llevando una tostada con zumo para mi mejor amiga. Entro a su cuarto y la veo acostada pero despierta.

—Te traje desayuno— le ofrezco con una sonrisa reconfortante.

—Gracias— ella apenas da una sonrisa.

—¿Qué te ocurre? ¿Pasa algo?— dejo el desayuno en la mesa y me siento a lado de ella.

—Ayer me fue a ver Francisco.

—No me digas que te acostaste con él— le reprocho.

—No, no— me mira como si estuviera loca—. Le dije que no volviera a jugar conmigo, no soy partícipe de eso y no me interesa que se quede con Mahia. Lo que sea que tuvimos en ese momento se acabó.

Todo Lo Impredecible Es PredecibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora