Capítulo 31: "Sexto Día; S. S. Tercera Parte"

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No puedo creer lo que he hecho, lo mate, yo... Yo no lo sabía.

Abro la puerta esperando el peor escenario posible, sigue en el piso rodeado de sangre. Me acerco con rapidez a él soltando lo que tengo en mis manos, estoy inmensamente arrepentida por lo que hice, no me importa quedar empapada de su sangre si será la único que me queda.

—Perdóname por favor amor— le digo es su oído, reviso su pulso en la muñeca, aún sigue.

—¿Steph?— abre los ojos, no parece estar consciente.

—No hables, no hagas fuerzas— le acaricio el rostro, me siento aliviada de que esté bien.

Lo tomo por debajo del brazo para levantarlo, es pesado y me cuesta ya que se debilitó por la pérdida de sangre.

—Te...— él cae al suelo. Su pulso se debilitó de repente sin siquiera notarlo.

¡LO MATE!

Quedo en shock. Ante eso dejó de lado lo que siento y vuelvo a levantar para ir como puedo al auto. No tengo idea de cómo llegué a dicho lugar, pongo en el GPS la ubicación al hospital más cercano que hay y avanzó ya.

No se va a morir, no se va a morir, no se va a morir.

Repito tantas veces que empiezo a creerlo, él se ve cada vez más pálido.

—¡Por favor! ¡No te duermas!— gritó mientras muevo su brazo sin tanta brusquedad—. ¡Franco!

Sus manos sostienen la sangre de su abdomen como torniquete, igual yo lo ayudo, la sangre corre para manchar el asiento.

Mi celular suena, Ferro llama.

—Steph.

—¿Si?— respondo nerviosa, siento que mi vista se nubla—. ¡Carajo!— casi choco.

—¿Estas conduciendo?

—Sí.

—Lo mataste.

—¡NO LO SE!— rompo en llanto, de sólo pensarlo.

—Si lo matas tu padre va a enfurecer.

—¡ME IMPORTA UN CARAJO LO QUE OPINE!— le grito enojada.

—Le quedan tres minutos para llegar a su destino— dice aquella voz del GPS.

—¡ERES UNA IMBECIL!— esta vez es mi padre al celular.

—¡NO SOY UNA IMBECIL!— respondo.

—¡ME HAS CAGADO TODO EL PUTO EL PLAN CON EL MUERTO! ¡ÉL ERA MI CABALLO DE TROYA!— grita furioso, se escucha cómo tira objetos.

—¡ME IMPORTA UNA MIERDA LOS PUTOS PLANES QUE TENGAS CON TU CABALLO DE TROYA! ¿ENTIENDES?

—¿A DÓNDE VAS?

—¡¿QUÉ A DÓNDE IRÉ?! ¡¿ERES IMBECIL O QUE?! ¡A un hospital, carajo! ¡No lo dejaré ahí en ese estado!

—¡ERES UNA GRAN ESTÚPIDA! Llegará la policía por el disparo y de ti, llegarán a mí— dueña más calmada su voz, aunque se nota su enojo—. ¡TIRA EL PUTO TELEFONO PARECES PRINCIPIANTE!— alza la voz—. ¡POR ESOS LAS MUJERES NO SIRVEN PARA ESTE VISNE!

—¡Y TU NO SERÍAS NADA SIN MI ABUELO, ASÍ QUE CALLATE LA PUTA BOCA!

—¡NO SIRVES PARA ESTE APELLIDO! ¡NUNCA LO HAS HECHO!

—¡ANDATE A LA MIERDA!— corto la llamada y lanzó el celular hacia atrás.

Llego al destino, derrapo para estacionarme lo mejor que puedo, las marcas de las ruedas se quedan en el piso. Grito pidiendo ayuda.

Todo Lo Impredecible Es PredecibleWhere stories live. Discover now