Prólogo

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Es como si ella fuera de otra parte, como si su casa nunca hubiera sido suya, a pesar de que sus padres siempre la trataron de igual forma que a su hermana. Ellas dos eran idénticas, o casi idénticas en aspecto, pero cada noche, ____ tenía que salir a la terraza, con doce años, a preguntarse si de verdad pertenecía allí.

-____ chan. – dijo Tenten llegando corriendo hacia ella, como todas las noches. – Tienes que dejar de hacer esto. Siempre debo encontrarte antes que papá, para que no te castiguen por más. tiempo.

-Gracias, Tenten... - dijo la chica soltando un suspiro y mirando el cielo, la luna no salió ese día. – Aprecio lo que haces por mi...

-Llevas castigada tres meses, ____. – dijo la chica con sus dos moños en la cabeza, mientras tomaba la mano de su hermana y la dirigía a la habitación. - ¿Cuánto tiempo más quieres mantenerte encerrada? Aún así te sigues escapando...

-Tenten, no importa. – dijo la chica soltando un suspiro. – No importa cuánto me castiguen, no pueden evitar que salga, así que me da igual.

-A veces me pregunto por qué chocas tanto con nuestros padres. – dijo ella mirándola. – Has sido muy habilidosa siempre, pero aun así... siempre están regañándote ¿es tan difícil pedir permiso?

-No siempre hay tiempo para pedir permiso. – dijo la chica con una sonrisa, para en la ventana, era un año mayor, pero aún así, iban en el mismo grado, Tenten la miró un poco agotada. – Nos vemos más tarde Tenten, cúbreme ¿si?

-¿Tengo otra opción? – preguntó la chica haciendo que su hermana riera y escapara por la ventana hacia el bosque. ____ llegó hasta un claro, en donde se detuvo, al ver a un chico de cuclillas a la orilla del estanque mirando su reflejo con un poco de odio. ____ se acercó sigilosamente.

-Maldita sea... - dijo el chico golpeando al agua y alejándose del estanque, Era un Hyuga, lo podía reconocer por sus ojos color perla, el chico la miró, como si supiera desde hace un rato que estaba allí, ____ alcanzó a divisar una marca verde en su frente, pero él s puso rápidamente su banda. – Quién eres, qué haces espiando en los árboles.

-Sólo pasaba y te vi maldiciéndote. – dijo la chica, el chico la miró con desconfianza y la chica soltó una sonrisa. – Si estás sólo acá, supondré que no querías que nadie viera eso, no te preocupes, no se lo diré a nadie.

-Da igual si le dices a alguien. – la chica lo miró algo confundida. – Después de todo, es el destino que me ha tocado.

-¿Crees en esas bobadas?

Mi Destino [ Neji Hyuga ]Where stories live. Discover now