09: Es tan bonito

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VIII MES

Damián había estado sintiéndose el triple de cansado en el último mes, le costaba bastante el moverse y su respiración parecía cortarse cuando el esfuerzo parecía demasiado –aunque no lo fuese-, no podía ir a trabajar ni hacer la comida o limpiar la casa para al menos no sentirse tan inútil, pero sin importar que él lo quisiese su estado no era el mejor. Él amaba con locura a su bebé, pero enserio esperaba que el embarazo terminara al fin.

-cariño, estás pálido-Dexter le miró preocupado, sentándose junto a él en el sofá-

-Cian ha sido todo un reto-sonrió con cansancio-

-pero esto no me gusta-admitió el rizado-es mejor que vayamos con la doctora. ¿Recuerdas que dijo que podían adelantar el nacimiento de Cian? tal vez ya venga siendo hora, te he notado muy mal esta última semana

-el castaño asintió repetidas veces-espero que este bebé esté listo para nacer porque enserio no creo poder soportar otro mes más

El pelirrojo miró preocupado a su esposo, la situación no le agradaba pues no recordaba que con Jaymi haya sucedido todo esto, así que cree tener todo el derecho a entrar en algo de pánico.

Dejando un corto beso en la frente del menor se apresuró a buscar las llaves del auto y los papeles del hospital.

-si algo pasa llamaré a Aleix para que nos lleve la pañalera-informó el ojiverde mientras ayudaba a poner de pie a su pareja-

-odiará llegar del parque con Jaymi y no encontrarnos-murmuró-

Después de todo junio eran un buen mes para llegar al mundo.

Para cuando Aleix llegó a casa de Damián y encontró el lugar vacío enserio quiso golpearlos, porque tener a un Jaymi lleno de tierra y césped del parque, todo hiperactivo por los dulces que había comido no era su cosa favorita en el mundo, el niño había quemado bastante energía jugando al fútbol, montando con la bicicleta y subiendo árboles –cosa de la que se arrepiente pues Damián se pondrá histérico al ver el raspón en la frente del infante-, sin embargo al parecer el pequeño parlanchín aún tiene batería por gastar en su cuerpo.

-ya basta, Darien-gruñó al verlo saltar de mueble en mueble-

-Ugh...lo siento, tío-musitó el menor al verse regañado, decidiendo que ya era hora de sentarse-

-gracias-le dijo el peliazul tratando de retomar su paciencia-ahora bájate de ese mueble que estás todo sucio

El menor asintió.

-¿Te sabes bañar solo?-cuestionó-

-sí, tío-respondió el ojiverde-cambiarme, amarrarme los zapatos y peinarme también

-genial. Al menos tus padres han hecho algo bien. Ve a tu habitación a hacer todo eso y vienes a comer, mientras llamaré a tus padres

Jaymi volvió a asentir y salió corriendo sin rechistar, su tío podía consentirlo mucho y todo, pero enserio daba miedo cuando se enojaba.

El mayor pareció conforme y a pasos lentos se dirigió a la cocina buscando algo para darle al tornado en miniatura, decidiéndose al fin por prepararle un sándwich mientras marcaba el número de Damián y dejaba que la llamada sonara en altavoz.

-¡Aleix! Menos mal que llamas

La voz de Dexter sonaba aliviada de cierta manera haciendo fruncir el ceño al mayor.

-¿Cuántas veces les he dicho que no soy su jodido niñero?-se quejó sin sonar en lo mínimo molesto-

-lo sé, enserio lo siento-se disculpó el contrario-pero Damián estaba sintiéndose mal y lo traje con la doctora

Dulce y TiernoWhere stories live. Discover now