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Mi corazón se aceleró, me faltaba el aire.

Es ella.

Salía con un bebé en brazos, no tenía más de un año. Miré a la persona que tenia a su lado, mi confusión fue aún más cuando reconocí a Joaquín.

Reía mientras jugaba con el nene. Esa sonrisa tan hermosa que solo ella tiene. Mis ojos se cristalizaron al ver como subía al auto.

Cuando volví a la realidad, seguía en la llamada.

-Nada, éste pelotudo que no contesta- escuché decir a Franky.

Corté y guardé el celular.

Totalmente perdido, entré a comprar. Una vez que salí maldije por haber dejado el auto justo en frente de su casa.

Corrí a éste, mirando el piso. Entré y suspire pesadamente, no podía creerlo. Miles de preguntas corrían en mi cabeza.

¿Y ese bebé? ¿Cuando volvió? ¿En serio está con Joaquín?

Eran demasiadas, intenté calmarme, pero fue imposible.

Miré hacia su casa, el auto estaba ahí, ella estaba ahí.

Imaginé tantas veces como sería nuestro reencuentro, pero jamás uno como el de recién... Aunque ella no me vió.

La de la joda era Luna.

Me alivió un poco el saber que no estaba loco y que reconocería esa mirada donde fuese.

Todo el camino fui en silencio, únicamente yo y mis pensamientos. Rogaba internamente que Julieta no haya llegado aún a lo de Lucas.

Estacione y corrí hacia dentro. Abri la puerta como si fuera mi casa.

-La ví- hable exaltado. Todos giraron a verme.

-No sé a quien, pero nosotros tenemos hambre- contestó Troca.

-Ví a Luna- volví a hablar dejando las bolsas en la mesa.

-Otra vez lo mismo- se quejó Mauro.

-Deja de joder Tomás, esa mina ya pasó- habló Seba.

-¿Sabes cuentas veces dijiste que la viste? Miles- acotó Alejo.

-La ví en serio idiotas, estábamos a metros- respondi haciendo algún gesto extraño con mis manos.

-Si Cenfe- el tono sarcástico de Franky hizo que lo mirara serio.

-Lucas- llamé la atención de éste en cuanto entró a la casa. -La ví, era ella, estaba en la joda- hablé acercándome a él.

-¿Y que hiciste?- abrió exageradamente sus ojos.

-Nada, no me podía mover- respondi. -Estaba con el pelotudo del ex, y un bebé- susurre lo último.

-¡¿Un bebé?!- gritó Mauro, seguido de una gran carcajada.

-Na Cenfe, salí de ahí, ya está amigo- se unió Franky.

-Con terrible bendi la otra y éste todavía la llora- habló Troca mientras reía, el igual que Sebastián y Alejo.

Los miré totalmente serio. Mi mandíbula se tensó y me fue imposible no pensar en que tal vez era su hijo.

-No sé si era su bebé- hable cambiando hacia el sillón.

-Pelotudo, iba con el ex, que estoy más que seguro que ahora no es el ex y con un wachin en brazos- respondió Alejo.

-No me están ayudando en nada- crucé mis brazos y bufé.

-Una pena que ahora quieras ser padrastro- bromeó Mauro.

-Cerra el culo- señale a mi amigo. Éste riendo elevó sus brazos en señal de "me rindo".

Iba a hablar nuevamente, pero la puerta se abrió.

-Hola bebos- saludó en general y se sentó junto a Sebastián.

-Llegó la jefa- habló Mauro mientras chocaban puños.

Me paré y agarré las bolsas que anteriormente dejé en la mesa.

Toqué el hombro de Lucas y salimos al patio.

-Y supongo que vas a buscar a Luna- habló sacando la carne.

-Todavía no sé como- respondi tomando un trago de cerveza.

-¿Y no es mejor dejar todo así? No sé amigo, vos ya hiciste tu vida, ella por lo que contaste hizo la suya, para mí ya esta- giró a verme, para después prender un porro.

-Vos más que nadie sabes que no hice mi vida, si lo decís por Julieta, desde ya te digo que me chupa un huevo- saqué un cigarro y lo prendí.

-Entonces habla con ella y aclara todo, porque se supone que ya son grandes.

Tenía razón, pero sabía que ella no se lo iba a tomar bien.

-Cazzu está loca- respondi divertido. Lucas giró a verme algo confundido. -Te lo digo posta, está loca, me escondió las llaves de mi auto en una maseta.

-¿En una maseta?- preguntó sorprendido.

-Si, necesita un psicólogo- respondí sincero.

-Pobre Juli.

-¿Pobre Juli? Pobre de mí que tengo que aguantar éso- crucé mis brazos y él rió. -Cuando vuelva con Luna estas cosas no van a pasar- hablé divertido.

-No, ahí solo vas a cambiar pañales- respondió en tono burlón.

No respondí, le dediqué mi mejor cara de orto.

La noche siguió bastante normal, Julieta no me habló y yo tampoco lo hice.

Llegó el momento de irnos.

Subimos al auto, solo se escuchaba la música, era un silencio bastante incómodo.

-Tomi- susurró en cuando llegamos.

La miré esperando que siga hablando.

-Junte todas mis cosas y mañana temprano me voy- avisó, se notaba triste.

Asenti, sin saber que decir o que hacer.

Ella bajó y después de unos segundos, imite su acción. Subimos juntos en el ascensor.

Abri la puerta y en silencio caminé hasta la habitación, tres valijas, dos mochilas, bolsas, todo estaba en el piso.

No sabía en que momento trajo tantas cosas.

Me cambié y metí en la cama. Ella también lo hizo. Sentí como me abrazaban por detrás, me gire y la besé.

Fue un beso más, no me hacia sentir nada.

Después de unos segundos me dormí.

[...]

Ella ya no estaba... Y aunque suene feo, eso me hacia sentir bien.

Pero ahora necesito saber cómo hacer para ver a Luna.

Lo pensé muchísimo, todo el día. Quería ir directamente a su casa, pero era una mala idea, solo por si Joaquín estaba ahí.

Hasta que en un momento se me vino a la cabeza él.

¿Como no se me ocurrió antes?

Ni me cambié, salí en pijama a las tres de la tarde y maneje a mi ex casa.

Luciano tiene que ser mi salvación.








































💫Holis💫

Que piensan que va a hacer Tomás? :)))

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