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Al despertar no tenía ningún tipo de resaca, lo cual era bueno. Me quedé unos segundos mirando el techo, hasta que pude reaccionar. Gire para confirmar de que Luciano llegó sano y salvo.

Estaba acostado con su celular.

-¿Cuando llegaste?- pregunté ronco.

-Recién- respondió.

-¿Que hora es?- me senté y refregue mis ojos.

-Las doce del medio dia- bostezó.

Asenti antes de ponerme de pié. Caminé hacia el baño, me lave la cara, los dientes, fui al living, abrí la ventana, salí al balcón y prendí un cigarro.

Hacia frío, bastante como para estar únicamente con pantalón corto.

-Te vas a enfermar- hablaron detrás de mi.

Gire para verla mejor, sonreímos a la vez.

-Buen dia- saludé.

-Buen día señor- bromeó -¿Tenes hambre?- preguntó arrugando su pequeña nariz.

No lo digas.

-Si- me limite a responder. Se fue a la cocina y cuando terminé de fumar la seguí.

-Voy a hacer sorrentinos- avisó.

-Está bien- me senté en la mesada.

-Y necesito que te corras- puso sus manos en mis piernas.

-¿Y si no?- susurre levantando una ceja.

Agarré su cintura y sonrió.

-Dale tonto, correte- se alejó. Suspire levemente antes de bajarme.

Llamada entrante de Homer❌.

-Buenas- contesté alargando la última vocal.

-¿Que haces pendejo?- preguntó.

-Nada, recién me despierto- me tiré en el sillón.

-Conseguí algo muy rico para hoy- habló. -¡Veni Cenfe!- gritó Mauro.

-¿Es lo que yo creo que es?- pregunté ilusionado.

-¡Si, tenemos rola y keta!- otra vez los gritos de Duki.

-Ahora no puedo gordo, a la noche voy- respondí mirando hacia la cocina.

-Bueno, ahora viene Seba y Franky, no quiero quejas si es que no queda más- avisó Lucas.

-No seas choto y guardame porque te cago a palos- amenace.

-No sé, chau- sin esperar respuesta de mi parte, colgó.

Lo pensé un poco mejor y yo no me iba a quedar sin droga culpa de los otros simios.

-Lu, me voy- hablé caminando hacia la habitación. Respondió, pero realmente no entendí.

Una vez listo volví al living, busqué las llaves y abrí la puerta.

-¿Me dijiste algo?- pregunté sin mirarla.

-Es que yo quería que hagamos algo hoy- habló en casi un susurro.

Gire a verla e hizo una pequeña mueca con la que casi me muero.

-Pero está bien, otro día- miró el piso.

-¿A donde vamos?- cerré la puerta y caminé hacia ella.

-No Tomi, andá no pasa nada- se negó.

-Lu me quedo, ¿Donde queres ir?- ignore lo que dijo. Era increíble lo mucho que podía manejarme esta piba.

•Antes•//C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora