Soy Kira Hall, si la hermana pequeña de Bryce Hall el idiota rompe corazones, que gracias al descarado de mi ex novio y mi supuesta mejor amiga termine viviendo en la casa de mi hermano con sus amigos.
La cual se enamoro de su amigo Quinton...
#38-t...
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— ¡Kira!.— Sonrío ante el eufórico abrazo que recibo de Kio al entrar a casa.
— Ya estoy aquí, Kio, así que déjame respirar por lo menos.— Me impresiona cómo mejoró mi humor al volver a casa, le sonrío al separarse de mi.
— ¡Si, abrazos! Yo también quiero ser parte de ese abrazo.— Ruedo los ojos con diversión al escuchar la imitación de Jaden, si no lo quisiera como lo hago, ya tendría una pierna rota por molestar a Kio.
Y así comenzó mi maratón de abrazos por parte de los chicos, arreglamos el mal entendido con Bryce o eso es lo que esperamos. Hemos madurado este último tiempo y necesitábamos darnos cuentas de que ya no somos los mismos de antes, así que él dijo que pondría de su parte para mejorar su carácter al igual que yo.
Para ir finalizando la noche con los chicos hicimos una maratón de películas Marvel, nos encontrábamos en la segunda habitación más grande de la casa y esa era la de Quinton. La primera se trata de la mía pero les advertí que esa no se tocaba, nos encontrábamos viendo Iron Man 2; casi estaba por terminar con los únicos despiertos que éramos Kio, Quinton y yo. Claro está que éramos los más fanáticos del mundo Marvel.
— Buenas noches chicos, yo prefiero dormir en mi cama.— Siento el susurro de Kio, para luego levantarse de la cama de Quinton; quienes éramos los únicos tres en ella.
— Buenas noches, aunque creo que los demás no pensaron en su comodidad.— Sonrió apuntando a los demás chicos, solo estaban dormidos por el suelo de la habitación.
— Descansa hermano.— Habla Quinton con su ronca voz.
— Bueno yo también me iré a mi habitación, descansa.— Me despido dejando un tierno beso en su mejilla antes de irme.
No se encontraban lejos nuestras habitaciones, así que llegue demasiado rápido para poder colocarme mi pijama de panda. Me acuesto en mi cómoda cama y me encontraba lista para dormir cuando siento una mirada insistente, miro al marco de la puerta y me encuentro con Quinton.
— ¿Qué pasa Quin? .— Pregunte con curiosidad mientras me siento en la cama.
— ¿Puedo dormir contigo?.— Sonrío ante su adorable imagen con ese pijama de dinosaurio que tiene y con el nerviosismo que salió su voz. Este chico es demasiado adorable ahora que lo voy conociendo aún más.
— Claro que si.— Golpeó un lado de mi cama para que pueda venir a dormir conmigo.
No duda ningún segundo cuando ya se encuentra acostado a mi lado, nos tapa a ambos y siento como su cuerpo se apega mas a mi. Me atrae con su mano en mi cintura, quedamos frente a frente y noto sus preciosas pecas esparcidas por todo su rostro, y sus labios rosados.
