Soy Kira Hall, si la hermana pequeña de Bryce Hall el idiota rompe corazones, que gracias al descarado de mi ex novio y mi supuesta mejor amiga termine viviendo en la casa de mi hermano con sus amigos.
La cual se enamoro de su amigo Quinton...
#38-t...
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Ya se había cumplido el mes y por fin podría ver a los chicos de nuevo, necesitaba tanto de sus abrazos y palabras de consuelo. Aunque me incomodara ver a Quinton, luego del comentario de Tayler y lo que sucedió con su ex-novia decidimos tomarnos un tiempo, me dolió bastante terminar aquí y por mi enfermedad se me complica todo aún más. Debo respetar su decisión, se que lo veré todos los días y me llevaré lo mejor de nuestras relación.
Por otro lado, el tratamiento me afecta mayormente ya que llego demasiado cansada y mareada, lo bueno es que Tayler ha sido un compañero fundamental en este proceso. Arreglamos todo y lo dejamos atrás, él me ayudará a contarle a los chicos sobre todo y también el doctor sabe que él puede ser una excepción sobre lo confidencial. Aún no llegaban los resultados y eso me mantenía la mayor parte del día con muchos nervios, de ello dependía lo que sucedería de ahora en adelante.
— Kira llegaremos tarde.— La alta voz de Tayler me trae a la realidad, lo bueno es que no perdí a mi mejor amigo.
— Iré en un momento.— Hoy tenia otro tratamiento y también llegarían los chicos, serían un día muy pesado para mi; Tayler solo me iría a dejar y a buscar.
Sin perder más tiempo baje para poder irnos a la clínica.
— ¿Lista princesa?.— Ya en su auto, me preguntaba lo mismo de siempre con su buen ánimo.
— Si, vamos antes de que me arrepienta.— Si no fuera por Tay, no saldría a mis tratamientos y me quedaría viendo Lucifer de por vida.
— Ya hablamos sobre esto, es por tu bien y lo sabes princesa.— Noto si cansada voz, entiendo que se abrume y aburre de mis comportamientos pero yo también estoy aburrida.
Y sin darme cuenta habíamos llegado a la clínica, debía darme ánimos para pasar esta eterna etapa y así me despedí de Tayler.
— ¿Kira como te encuentras?.— Me pregunta el doctor, había acabado el tratamiento y estábamos en su oficina.
— La verdad estoy algo mareada y para ser sincera, me siento pésimo.— Intento mantener una cara amigable pero me siento horrible, solo quiero llegar a dormir a casa.
— Es normal sobretodo ahora.— ¿Será muy malo para que cambie su tono de voz? Decir que no tengo miedo es una gran mentira, moría de nervios y miedo.
— ¿Está todo bien con los resultados doc?.— Es notable mi preocupación, de verdad estoy esperando que no salga de sus labios esa esperada noticia.
— No tengo unas muy buenas noticias, ha sido demasiado complicado sobrellevar la etapa de tu cancer y el tratamiento no está funcionando del todo.— Lo dijo, sabía que no debía hacerme ilusiones pero quería creer que todo estaría bien y sin miedo de perder.
