Beautiful Face || YeonGyu [Adaptación]

• Cinco •

"Personas que lastiman"

Después de aquella desastrosa fiesta, los días clases se reiniciaron de manera normal. Nadie hacia comentarios sobre la mesa donde BeomGyu se había sentado, ni tampoco circulaban rumores de la desaparición del mismo durante el resto de la fiesta.

Tampoco se escuchaban murmullos sobre Choi YeonJun quien mágicamente parecía que la tierra se lo hubiese tragado.

Por lo tanto el pelinegro suspiró aliviado, con una pequeña sonrisa en su rostro caminó hacia su salón de clases, entró y se sentó en el mismo lugar de siempre.

Dirigió su vista por sobre el escritorio del rubio, el cual aún no hacía su aparición y para ser sinceros, le parecía extraño que el mayor aún no llegara.

Luego de unos minutos un muy agitado Choi YeonJun hizo su aparición triunfal en el salón, con su cabello desordenado completamente, con gotas de sudor en su rostro mientras apoyaba sus manos en sus rodillas por el cansancio. Y a su vez buscaba con la mirada al pelinegro.

No tardaron en encontrarse aquellos dos, sus ojos puestos en el otro, YeonJun se acercó lentamente hacia BeomGyu y de una sola vez cuando se encontraba frente a él le extendió una barra de chocolate.

—¿Qué?— susurró confundido.

—Lo leí en internet, el chocolate levanta los ánimos.

BeomGyu rió, a decir verdad nunca creyó que YeonJun tendría una faceta tan dulce y tan... ¿Pasiva?.

Siempre creyó que era un chico oscuro y seguramente un amante de las personas apuestas, pero su opinión cambió la noche de la fiesta, cuando al estar tan devastado el mayor no dudó en apoyarlo contra su pecho y tratar de que se calmara susurrándole palabras dulces y tranquilizadoras.

A decir verdad BeomGyu no recuerda en que momento se quedó dormido en los brazos de YeonJun, sólo sabía que a la mañana siguiente cuando despertó ya se encontraba en su cama, completamente solo.

—Gracias Hyung— agradeció tomando aquella barra en sus manos. YeonJun sintió como si se hubiese ganado la lotería así que con mucha alegría caminó hasta su lugar.

Después de todo BeomGyu le estaba creyendo, esto no era un juego.

...

La hora del almuerzo había llegado.

Mientras que la pareja que se conocía de bebés derrochaba amor y ternura, el par de novios que terminaban y volvían cada cinco segundos debatían quién era el mas lindo. Y bueno, Chan devoraba su cubeta de pollo siendo el único que se encontraba sin pareja en aquella mesa.

Por otro lado, BeomGyu intentaba no matar a Soobin cada vez que este tocaba a HueningKai, de hecho muchas veces YeonJun tuvo que dejar besos en la mejilla del pelinegro para que este se calmara, y no es que lo hiciera, simplente BeomGyu se ponía igual de rojo que un tomate al sentir los labios de Choi mayor sobre su piel y olvidaba que estaba peleando.

—¡Choi Soobin, suelta al niño!

—¡Hyung, no soy un niño! — reprochaba Huening con un puchero en sus labios.

—Debes dejarlo ir, Beomie— rió YeonJun.

—¡Jamas! ¡Sobre mi cadaver!— exclamó alterado.

—Ustedes son un caso— farfulló HyunJin.

—BeomGyu Hyung parece la madre de HueningKai — dijo TaeHyun divertido.

—Mas que su madre, es como si fuera un cazador queriendo liberar a Caperucita de las garras del lobo— Opinó Chan mientras se llevaba un poco de comida a la boca.

—Solo quiero lo mejor para él, no exageren.

Todos se quedaron en silencio y elevaron una de sus cejas mirando expectantes a BeomGyu por sus palabras.

Después de todo, ¿Habría un mejor partido de Choi Soobin?.

...

La hora de la salida había llegado, BeomGyu caminaba lentamente hasta su casa, pues de esta manera el trayecto sería más largo y a decir verdad era más que obvio que no que quería llegar a su hogar.

Nunca pensó que en su camino se los encontraría a ellos.

—Pero miren a quién tenemos aquí— esa voz —Es Choi Beom puta Gyu.

—Cierra la boca ChangBin.

BeomGyu apretó con fuerza las correas de su mochila mientras intentaba no parecer nervioso ante aquel grupo de chicos.

—No quiero— contrapuso acercándose al pelinegro quien hacía todo lo posible para no temblar —He escuchado que tienes novio nuevo, después de tantas relaciones fallidas ¿Todavía crees en esa basura del amor verdadero?

—Él no es mi novio, y no es como ustedes.

—Cariño, has salido con todos mis amigos, ¿Aún así quieres que te tratemos como una reina?

BeomGyu mordió su labio, aquello era mentira, ellos eran una mentira viviente. Con los únicos que había salido del circulo de amigos de Changbin, era él mismo, JeongIn y SeungMin quien a veces se juntaba con ellos y en una de esas reuniones lo conoció.

Los tres lo habían engañado, susurrando dulces palabras bonitas en su oído, farfullandole futuros prometedores, le habían pedido también la tan dichosa prueba de amor y cuando Beom les decía que no accedía, estos terminaban con él, claro, no sin antes hacerlo sufrir.

Pues habían jugado con sus sentimientos de forma increíble, a tal punto que Choi se había sentido un juguete al que usaban cuando querían y tiraban cuando se cansaban.

Era horrible.

—Si, si, como digas mi reina— chistó con sarcasmo — y... Cambiando de tema, ¿Qué trae a alguien de una familia tan perfecta caminando a solas?

—Él no está solo— Había aparecido. YeonJun tomó ka mano de BeomGyu entrelazándola con la suya sorprendiendo al menor.

—Hyung...

—¡Vaya! ¡Pero si no es nadie mas que tu nuevo novio!— ChangBin gritó eufórico — cuando te canses de él avisame, me gustaría hacer muchas cosas con este muñequito.

Dicho esto el grupo de chicos se fue, dejando a BeomGyu respirar con normalidad.

—¿Estas bien?— el menor asintió.

YeonJun se ofreció a acompañar a Beom hasta su casa, cosa al que el menor no se negó.

—Gracias por acompañarme, hyung— agradeció haciendo una reverencia.

—No fue nada — musitó el mayor mientras sonreía y miraba la gran casa frente a él.

—Hyung...— llamó el pelinegro nervioso.

—¿Qué pas...?

Un corto beso en los labios fue lo que recibió por parte de BeomGyu antes de que este saliera corriendo hacia el interior de su casa, con claramente su corazón latiendo a mil por segundo.

YeonJun después de salir de su nube de colores sonrió y se dispuso a caminar de regreso a su casa.

Todo era muy lindo, pero ninguno se percató de algo.

Por una ventana, la madre de BeomGyu presenció toda la escena y para ser sinceros, su reacción no fue la mejor.

—Creo que tendré que meter mis manos en esto.