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Me enmudecí.

¿En serio era Takahashi?

—Mayte, ¿sigues ahí?— volvió a hablar.

Sacudí mi cabeza para despejarme del asombro, nunca pensé volverlo a escuchar o a ver.

—¿En verdad eres tú?—pregunté dudosa

—Si lo soy, no tengo mucho tiempo, ellos observan y estudian, no tardarán mucho en darse cuenta que me estoy comunicando contigo, tienes que ponerme atención.

Asentí automáticamente como si él le viera, y continuó hablando.

—Mañana me verás a media noche, en el muelle, cerca de la feria de primavera, disfrázate o has lo que sea para que no te reconozcan, ¿entendiste? Esto es importante y peligroso.

Mi mano al teléfono temblaba, algo malo estaba pasando y Takashi estaba involucrado.

No tengo pruebas pero tampoco dudas que tiene que ver con Mushibu.

—Ahí estaré, pero.. ¿Estás bien?— quería asegurarme que no estaba en peligro

—Si, por el momento—habló más bajo

—Te veo ahí enton...— no terminé de hablar porque me interrumpió rápidamente

—Y Mayte, no lleves a Daxon.— dijo eso y después colgó.

Quede mirando el teléfono aún en shock, esto pintaba mal.

Quise regresar la llamada pero decía que el número ya no existía.

Tenía que ir, la cámara, el recepcionista, el que Takahashi ya no estuviera en la compañía eran motivos suficientes.
Y no se porque el recordar lo que me dijo; de que ellos observan me erizo la piel, volteé a mi ventana y me dio desconfianza así que corrí las cortinas.

No me sentía segura en mi habitación, si había una cámara en la lámpara que me aseguraba que no habían más artefactos por ahí.

Salí de ahí, pase junto a la habitación de Daxon, no lo quería molestar, así que terminé acostada en mi sofá cama que tenía en mi pequeña biblioteca.

No se en que momento me dormí, y al despertar me dolía todo y no era precisamente de la manera que yo quisiera.

Suspiré y me senté, aún asimilando todo esto.
Daxon iba a preguntar a donde iría, así que tenía que desconectarlo temporalmente.
Comimos en silencio, estaba muy pensativa y Daxon me daba mi espacio.

—Hoy en la noche te haré unas pruebas, tendré que desconectarte por unas horas, ¿de acuerdo?

Él sonrió.

—Eso significa que si todo sale bien, podré quedarme contigo para siempre, ¿no?

Ya no estaba segura de eso. En realidad no estaba segura de nada.

Asentí metiéndome un pedazo de pan a la boca.
La tarde noche transcurrió en yo buscando por la casa cualquier cosa sospechosa, no encontré nada, terminé en el sofá con Daxon, él no dejaba de darme besitos en mis mejillas y frente, lo sentía muy emocionado.
Me fijé en el reloj y ya eran las 10:48pm

—Ya es hora Daxon, vamos arriba para seguir con el procedimiento.

Él se levantó y me tomó de la mano, sentí un temblor pero no sé si fue por emoción o preocupación de lo que me esperaba.

Se acostó en la camilla que tenía en su habitación, le conecté el cargador y los cables en sus zonas marcadas.
Teclee en la computadora algo nerviosa, no le quería mentir, pero debía hacerlo.
Voltee al verlo y estaba con los ojos cerrados, se veía tan sereno.

Perenne。Where stories live. Discover now