Perenne。

17🤖

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Me alejé de él temerosa, me entró una pizca de duda y desconfianza.

Negué.

—Creo que no he comido bien estos días, y me falta sueño, a de ser por eso...— respondí caminando hacia la puerta.

Antes de salir giré y él me observaba serio.

—Después retomaremos esta conversación.— aseguré terminando por salir.

Me metí rápidamente a mi habitación. El silencio no me gustaba, necesitaba a Daxon.

Me acerqué a la máquina y presioné algunas teclas, lo regresaría de su auto pausado, solo lo tengo a él.

La luz verde prendió pero Daxon no volvió.

La máquina marcaba todo normal, pero Daxon no abrió los ojos.

Sentí un nudo en el estómago, lo volví a intentar y nada. Me acerqué a él rápidamente, tenía miedo.

—¡Daxon! ¡Despierta!— me pase las manos por la cara desesperada— Daxon por favor actívate, ¡Daxon!— le volví a llamar alterada.

Regresé a la máquina, tecleé y tecleé sin parar.

—¡Takahashi! ¡Takahashi! Ven rápido— grité.

Mis ojos se llenaron de lágrimas de impotencia, quería vomitar.

—¿Qué pasa?— Takahashi entró espantado a mi habitación.

—Daxon no vuelve, lo quise encender pero no reacciona, no se que pasa, por favor ayúdame Takahashi...— hablé llorando tomándolo de sus hombros.

Él me vio con alta preocupación, me separó de él y se fue a la máquina, yo iba y venía de donde estaba, de Takahashi a Daxon, no sabía que hacer, me sentía inútil.

—Daxon, corazón, ¿qué está pasando?— susurré cerca de su cara, no quería separarme de él.

—Mayte...— giré bruscamente

—Dime.

—La máquina no es el problema.

—¿Cómo? ¿Entonces cuál es?— pregunté acercándome.

Él suspiro.

—Es Daxon— señaló con su mano.

Exhalé el aire que tenía contenido.

—No entiendo.. ¿Él no quiere activarse? Volver, regresar, ¿a eso te refieres?

— Si.

Me rasque la cabeza, estaba sudando.

—Que haremos, tenemos que avisarle a Mushibu, ellos me pueden ayudar.—mencioné asintiendo como tonta.

Me sentía en automático, me sentía fuera de mi.

—No, es la peor idea, se darán cuenta de sus emociones, solo debemos esperar. — se sentó al pie de la cama— llevo años trabajando con robots, sé de esto, él volverá cuando sea que termine lo que esté haciendo.—finalizó.

—No pensé que eso era posible...— respondí sentándome a lado de Takahashi.

—Lo es, recuerda que los androides tienen chip propio, memoria interna propia, en especial él.— dijo lo último el voz baja.

Lo miré extrañada ante esa declaración, pero no pregunté, ya me sentía demasiado cansada.

Solo asentí.