Capitulo 19

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4:20 a.m

Tsunayoshi despertó, y lo primero que vió fue el rostro tranquilo de Dan, que supuso de alguna manera cambió de lugar con Kenta.

Salió de la cama y saludó a Álex que estaba ya de pie, a punto de terminar de vestirse con su traje (que yo olvidé mencionar tienen el escudo de la familia en la espalda y sobre el lado izquierdo del pecho).
Desde Francia a Italia son 13 horas aproximadamente, pero ellos llegaron en cerca de once, las chicas debieron tardar cerca de seis horas en avión para llegar a la mansión de yuni en Italia, que está algo cerca de los Vongola.

—Buen dia Yoshi, ve a cambiarte rápido, yo despertaré al circo andante— asintió y sonrió a su portador de llamas del Sol.

Sintió a Chrome saludar al menor, a Lils quejarse de sueño, a Chris tirar a Dan de la cama por no poder despertarlo; Mei y Kenta regañar al mismo por haberse cambiado de lado para dormir con él, son imposibles, los ama.

Entró a la sala contigua y se desvistió, lo único que quiere es llegar a Vongola rápido y salvar a Sora y Tsubaki, fue una noche sin sueños ni estrés gracias a Álex, que lo hizo dormir la noche anterior así que está totalmente lleno de energía y ansias de batalla.

Mientras ponía su ropa correctamente repasó todo lo que les había sucedido el día anterior, tenía miedo: sabía que el loco bastardo de Leo pudo hacerle algo a sus bebés. Habrán comido? Habrán podido dormir? No les hicieron daño?

Sus cuerpecitos son tan pequeños y frágiles que lo espantaba la sola idea de que estén pasando hambre o frío, se sientan sucios o incómodos en algún lugar, son bebés, ellos no pueden valerse por su cuenta aún.

Ató sus botas militares negras a juego con el uniforme y ordenó su ahora largo cabello miel, que creció sin control los últimos años, tres largos años. Una trenza común y corriente que puso sobre su hombro izquierdo fue su peinado, que caía cerca de su cintura.

Abrió la puerta.

—Buen dia famiglia, chicas entren a cambiarse, chicos terminen de hacerlo, hoy va a ser un día agitado— con su suave voz habló en claro italiano, que se convirtió en el idioma oficial de Los Fiore, el segundo y tercero eran japonés e inglés respectivamente. El suizo no lo sabían muy bien pues no necesitaban salir a comprar o hacer amigos en aquel país, las sirvientas o guardias se encargan de eso, ellos lo usan más.

—Buen día Bossu, ten, tu desayuno. Cómelo todo, Tsunayoshi. Los suyos están en sus puestos—Nagi como buena segunda al mando le ordenó a su jefe, y recibió asentimientos de todos los chicos y las chicas, que acaban de salir ya listas después de quince minutos.

— Álex, tiempo de aterrizaje? Chris, están listos los camiones? Los otros aviones?—

—Quince minutos Bossu– rápido contestó el sol.

—Los camiones están listos Tsuna, los demás están a cinco de aterrizar–

—Bien, buen trabajo chicos— llegaron a sus asientos y comenzaron a desayunar.

—Danie, tienes listo el bolso con lo necesario para los niños?—
Dado que era el encargado de cuidarlos en el enfrentamiento, debe estar completamente listo para todo.

—Natalia, la guardia que me acompañará para cuidarlos lleva la otra mitad de las cosas. Yo llevo su comida lista, abrigos y mantas, ella lleva ropa, pañales y demás— Lo dividió pues es complicado defenderse teniendo que cargar con una mochila en la espalda y dos bebés en brazos, por lo que llevaría su parte en un bolso en su cintura, que no le quitaría movilidad, Natalia usaría lo mismo.

Terminaron con sus desayunos. Tsuna comió antes así que ya estaba totalmente listo. Los guardianes comenzaron a armarse.

Cuchillos, dagas, pistolas, agujas envenenadas escondidas en sus mangas eran parte de su armería, sin contar sus llamas.

No les daré mi perdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora