STORYBOOK 2

CEREMONIA LLUVIOSA EPILOGO

DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS...

Arthit sonrió al ver cómo su hijo mayor entraba en la habitación con mucho cuidado de no hacer ruido. 

"Mi pobre bebé ... no se lo está tomando mejor que su hermano y su hermana"

Hacía ya semanas que su médico les había informado que no faltaba mucho para su marcha y, sinceramente, no podía esperar. Su Kong ya se había ido, hacía tan sólo unos meses, y sin duda no quería hacerlo esperar por mucho más tiempo. Sin embargo sus tres hijos, especialmente Fiat, aún seguían sin poder aceptar que el momento de la despedida había llegado.

- "Mi amor, ya sabes lo que ha dicho el médico. De hecho no debería haber durado tanto.." - susurró mientras acariciaba con suavidad la marca que tenía en su cuello y que, a pesar de la partida de Kong, seguía en su lugar como si el alfa estuviera aún a su lado.

- "Pero daddy, yo no..."

El omega suspiró, negando con la cabeza.

- "Tanto tu como tus hermanos vais a estar bien, os tenéis los unos a los otros... además, tu padre me espera" 

Fiat gruñó mientras que, sin dejar de moverse, acunaba al bebe que seguía dormido en sus brazos. Arthit sonrió para después hacerle un gesto al joven para que le dejara cargar a su nieto recién nacido.

- "Lo único que me apena es no poder ver crecer a Kyo.." - comentó mientras dejaba un leve beso sobre la frente del vampiro.

Fiat se mordió el labio mientras que, habiendo sentido su malestar, su pareja entraba con pasos ligeros para acercarse a él y abrazarlo con fuerza.

- "Oujun..te dejo a cargo de mi hijo y de mis nietos" - dijo Arthit con una leve sonrisa y sin apartar la mirada de un punto que estaba a sus espaldas- "mi Kong ya ha llegado así que debo marchar. Recordad lo que dijo el Oráculo..no sufráis y pensad que volveremos a vernos"

Tras lo cual, con un suspiro, cerró los ojos quedándose profundamente dormido.

A la mañana siguiente la noticia de la muerte de Arthit llegó a todos los confines de la ciudad. Muchos lloraron su partida mientras que otros, los más cercanos a él y que habían conocido a  la pareja, sólo pudieron sonreír mientras pensaban en lo feliz que debía estar el joven.

- "Estará con su Kong..." - decían mientras se secaban una lágrima o depositaban una flor frente al retrato de sus amigos.

MIENTRAS TANTO...

En una cabaña en el centro de un bosque oscuro y tormentoso, una anciana sonreía mientras miraba hacia las aguas que giraban sin parar en el interior de un enorme caldero. A su lado una joven la observaba con expresión intrigada. A pesar de ello la mujer no apartaba la mirada de las dos figuras que caminaban cogidas de la mano por uno de los senderos del Otro Lado.

- "Pronto estarán de vuelta y, cuando eso ocurra, la verdadera batalla comenzará..." - susurró el Oráculo.

- "Pero entonces..." - comenzó a decir Mint que, con gesto preocupado, miró hacia la figura de Krist, tendido sobre una de las alfombras de la cabaña. Singto, a su lado, apenas si podía parar de jugar con la oreja del joven que, completamente sonrojado, golpeaba una y otra vez la mano de su marido mientras le hacía leves muecas de enfado con sus labios.

- "Vendrán días muy duros pero Madre Luna no nos va a abandonar, confía en ella y en la fuerza de tus hijos y nietos".

Mint suspiró para, finalmente, asentir. Y es que no había nada más que decir...el futuro iba a llegar, quisiera ella o no y lo único que podían hacer era estar todo lo preparados que pudieran estar...si es que eso era posible.

Sólo había un cosa, un pequeño detalle al que el Oráculo no había querido responder y es que, si uno de esos chicos iba a ser su nieto, el otro.... ¿Qué iba a ocurrir con el otro joven y porqué Madre Luna no quería revelar nada sobre él? ¿Quién se suponía que iba a ser ?

FIN

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Una pequeña nota para todos aquellos que han leído Pacto de Sangre, la última parte de este epílogo está relacionado con esa historia. Específicamente, se supone que este fic sucede antes de que Krist quedara embarazado 😊