Capítulo 25

764 130 133
                                    

Dos meses después...

Durante esos meses, Yoongi había llevado a Taehyung en su motocicleta a recorrer muchas partes del país.
Habían ido a diferentes ciudades, conocieron muchos pueblos y la vida en el campo era lo que más les fascinaba aunque un par de veces, amaban ir a la ciudad para beber y cantar en karaokes hasta caer desmayados debido al alcohol.

Pero lo que más disfrutaban hacer era estar acostados en el césped y ver el cielo, no importa si era de día o de noche, era algo que los relajaba.

—¿Qué te parece esa estrella? —Señaló Taehyung mientras Yoongi observaba— es linda, ¿No crees?

—No...

—¿No? —Lo miró.

—Tú eres más lindo.

Taehyung comenzó a reír al igual que él.

—Eres patético —Le decía Taehyung entre risas.

—Lo sé, fue muy patético —también reía.

—No es bueno beber mientras vemos el cielo.

—Es peor drogarte, crees que se te viene encima —Volvió a reír un poco.

—Pero, hace mucho no lo haces.

—Es verdad.

—¿No te hace falta?

—No, tengo una droga más fuerte.

—¿Ah sí? ¿Cuál?

—Tú...

Otra vez rieron a carcajadas disfrutando del momento. Yoongi amaba bromear con él, esa era su forma de halagar al chico que tenía a su lado porque a pesar de haber confesado sus sentimientos hace mucho, no había pasado nada entre ellos.

Aunque la relación ahora era más cercana y Taehyung al parecer había sanado, anteriormente había dicho que no guardaría luto a los momentos malos que tenía, pero tal vez solo quería conocer más a Yoongi, porque ese había sido un problema antes, se aventó a una aventura que no conocía y muchas veces resultaba, pero con Jungkook, no resultó.

Así que entre más tiempo pasaba con Yoongi, más sentía conocerlo y querer permanecer a su lado por más tiempo.
Disfrutaba viajar con él, cada día era una nueva aventura, como la primera vez que lo vio comiendo algodón de azúcar, Taehyung no podía olvidar esos ojos dilatados y esa sonrisa o cuando se quedaron sin gasolina y tuvieron que caminar por una hora entera hasta encontrar la gasolinera más cercana.
También cuando intentaron cocinar, Yoongi a pesar de que no lo hacía seguido, podía hacerlo, su sazón era exquisito y se veía tan lindo leyendo el libro de cocina que compraron en una venta de baratijas.

Esos eran momentos que Taehyung amaba, sencillos y divertidos, porque ambos sacaban su verdadera personalidad, como el día que llovió y nuevamente los relámpagos aparecieron, pero esta vez, Yoongi puso la radio, estaba sonando una canción suave y éste lo tomó de la mano sin previo aviso para bailar en medio de la pequeña sala de la habitación que rentaron.
Fue así como Taehyung comprendía más el corazón de Yoongi y su manera tan dulce de ser.

—¿Te apetece comer algo? —Yoongi se sentó en el césped dejando a Tae recostado.

Taehyung también se sentó pero a diferencia de él, éste lo abrazó por la espalda aferrando su rostro en él.

—¿Qué haces? —Preguntó Yoongi mientras veía su teléfono para pedir algo en línea.

—Nada, solo me hace feliz poder abrazarte.

—Lo haces todo el tiempo, ¿Cuántos meses hemos estado juntos? Te pegas a mí como un chicle.

—¿No te gusta que te abrace?

Accident Where stories live. Discover now