↣"𝖯𝖾𝗋𝖽𝗂𝗌𝗍𝖾 𝗅𝖺 𝖺𝗉𝗎𝖾𝗌𝗍𝖺 | 𝖯𝖺𝗋𝗍𝖾 𝖨𝖨"

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-Perdiste la apuesta, Sayaka..., ¡gané! -me miró victoriosa una Kirari Momobami triunfante y sus labios azules se curvaron en una gran sonrisa de lado.

Mi corazón empezó a palpitar con gran desesperación y un calor me inundó desde los pies hasta la cabeza. Ella simplemente se limitó a sonreír mientras sus penetrantes ojos turquesa se iluminaban y su mirada se clavaba en mí una vez más.

-Perdí, ¡sí!..., usted ganó, Presidenta -solté con un tono tímido y me sonroje al instante.

-¡Ven aquí, Sayaka! -me extendió su mano mientras aún se encontraba sentada con las piernas cruzadas.

Respiré profundamente, pero aún así mi corazón no dejaba de correr a gran velocidad.
Caminé lentamente hacia donde estaba sentada la Presidente y tomé delicadamente su cálida y suave mano.

=ADVERTENCIA: Contenido 18+=

P.O.V Kirari
Sayaka se veía realmente nerviosa, podía ver claramente cómo su pecho bajaba y subía a gran velocidad. Sus mejillas se tiñeron de un rojo ardiente y sus ojos azules lanzaban pequeños destellos. Sin duda ella estaba nerviosa.
Caminó lentamente hacía mí y me tomó delicadamente de la mano.

"Dios, su piel es tan suave".

En ese momento, jalé cuidadosamente la mano de Sayaka para que ella quedara justo frente a mí.
Ambas compartiendo la misma respiración, nuestras miradas y unas pequeñas sonrisas de complicidad.

La tomé de la cintura para después cargarla, haciendo que sus piernas se enredaran en mi cintura, una pierna de cada lado. Rocé fugazmente mis labios con los suyos y la senté en la gran mesa que estaba en la sala del Consejo Estudiantil.

Me acerqué lentamente hasta su rostro, rocé mis labios por el contorno de sus sonrosadas mejillas y comencé un camino de lengüetadas hasta llegar a la orilla de su oreja; una vez ahí, mordí con lujuría su lóbulo izquierdo. Podía escuchar como nuestras respiraciones se entrecortaban.

Seguí dando pequeñas mordidas en el lóbulo de su oreja, hasta que después de unos segundos metí mi lengua dentro de su oído, probando el dulce sabor de su cálida piel.
Un pequeño jadeo salió de sus bellos labios y una sonrisa se formó en mi rostro.

"Sayaka Igarashi, me vuelves loca", le susurré al oído y sentí como ella se estremeció ante mi acto.

Me separé de ella para hacerla sentarse en mi silla; cuando se sentó, yo instantáneamente me subí a horcajadas sobre ella, subiendo su falda hasta el final de sus magníficas piernas.
La miré fijamente y le regalé una tentadora sonrisa, ella me correspondió.
Aún con los uniformes puestos, acerqué mi zona íntima hasta la suya y comencé a moverme lentamente, generando un hechizante placer para ambas.
Mientras nuestras zonas compartían pulsaciones y latidos, llevé mis labios hasta su rostro y empecé a lamer sus mejillas nuevamente. Después emprendí un camino de lengüetadas desde sus pómulos hasta su frente y luego su barbilla.

Tomé su rostro entre mis manos y comencé a acariciarla placenteramente con las llemas de mis dedos. Seguido de esto, acaricié sus labios y comencé a meter mis dedos dentro de su boca, acto ante el cual Sayaka empezó a lamerlos y chuparlos con deseo. Su hábil lengua se enredaba entre mis dedos.
Saqué mis dedos de su boca mientras la saliva escurría de éstos y los introduje seductoramente en mi boca, probando el sabor de mi querida Sayaka.
Su saliva tocando mi lengua no hizo más que provocarme una maravillosa punzada placentera en mi zona, su fluido era exquisito.

"¡Me excitas ferozmente, Sayaka Igarashi!", susurré en sus labios y finalmente me dispuse a lamerlos. Nuestros jadeos se volvían cada vez más intensos.

 Kɪʀᴀsᴀʏᴀ | Oɴᴇ Sʜᴏᴛs जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें