Te Odio | WooGyu

Capítulo 6. Mentira

Cuando Woo Hyun llega al aula, se sorprende de ver a Sung Kyu ocupando el último asiento de la fila. Se ha dado cuenta también de que el omega es mucho más puntual y, de cierta forma, le molesta que no sólo sea mejor corredor que él, sino que intente hacerlo quedar mal con cada cosa que hace en la escuela.
    
Aunque, tal vez el alfa exagera, o tal vez se siente intimidado; tal vez un poco humillado. Quizás, es tiempo de que Woo Hyun acepte que no es el mejor alumno y que además, sin mucho esfuerzo, Sung Kyu lo ha hecho quedar en ridículo ante todos los demás.
    
Bufando por lo bajo, Woo Hyun toma asiento tras dejar su mochila en el respaldo de la silla, e intenta ignorar por todos los medios al omega. Sin embargo, no puede pasar por alto las duras palabras que le ha dicho a Kim desde temprano.

La realidad es que Woo Hyun no piensa eso. Ni siquiera sabe por qué lo dijo. Nunca ha sido mezquino o prejuicioso, y por supuesto que no cree que los omegas son débiles o inferiores a los alfas, sino todo lo contrario.

¿Cómo podría permitirse creer que los alfas son mejores, si una omega lo trajo al mundo y otra lo ha criado desde pequeño? Ha sido la mayor estúpida aseveración que ha salido de su boca, pero, no tuvo el coraje para desmentirla. Fue un idiota, insensible y cobarde.
    
No obstante, para nada se retractará de haber dicho aquello. Porque esa tonta y embustera mentira parece haber servido para quitarse de encima a Sung Kyu. Ya estaba cansado de que lo persiguiera. Ya estaba harto de tener que verle la cara a primera hora de la mañana. Está seguro de que no hubiera podido soporta aquello por mucho tiempo más.

Y es por eso mismo que prefiere que Sung Kyu siga pensando que es un patán, un ególatra y obstinado alfa, aunque, la verdad es otra muy diferente.
    
Satisfecho, Woo Hyun suspira hondo y saca su libro, pues la clase está por comenzar. Evita con todas sus fuerzas que el olor de Sung Kyu lo siga perturbando porque, no importa que estén demasiado apartados el uno del otro, el aroma del omega no deja de golpear sus fosas nasales con demasiada insistencia, y eso lo pone en la delgada línea de la tranquilidad y la irritación, algo que le es demasiado extraño y difícil de comprender.

∞

En la ruidosa cafetería, casi todos los alumnos no dejan de echarle fugaces miradas a Woo Hyun al verlo entrar para ocupar la mesa en donde están sentados sus amigos. También continúan los susurros y las habladurías sobre lo que ha pasado el día anterior, pues, la noticia de su inminente derrota frente a Sung Kyu, ha dejado a toda la escuela con un tema de conversación que no desaparecerá durante algunos días, tal vez, por varias semanas.
    
Pero al alfa no parece importarle. De hecho, Nam se ve mucho más relajado. Sus amigos pueden sentir su cambio de humor ya que, a diario, se sientan juntos para almorzar. Pero, ninguno se atreve a mencionar nada, por lo que, con cautela, evitan tocar el tema mientras buscan alguna excusa para distraerse.
    
Sung Yeol saca su móvil y les muestra a los chicos las ultimas fotos que su padre le ha enviado de sus vacaciones en París. Todos ríen con las ocurrencias de Lee y con sus absurdos comentarios hacia la nueva pareja de su progenitor. El ambiente parece normal y relajado, hasta que Sung Jong se levanta de pronto de su asiento para llamar a su compañero de cuarto, pues Sung Kyu los ha ignorado a todos al pasar junto a ellos para ir a otra mesa.
    
—Sung Kyu, siéntate con nosotros —le pide Sung Jong con una agradable sonrisa; la misma que se transforma en un gesto de incredulidad cuando nota el enfado plasmarse en el rostro del otro omega.
    
—No, gracias —espeta, con el ceño fruncido—. Y no entiendo cómo es que alguien como tú puede sentarse a comer con él —objeta, antes de señalar con los ojos a Woo Hyun.
    
Sung Jong lo escucha y de inmediato se desconcierta. Los otros chicos dejan sus alimentos y posan sus incrédulas miradas en él.
    
—¿A qué te refieres? —inquiere Sung Jong, pues no logra entender lo que su amigo quiere decir.