-Auron se encontraba en su despacho trabajando. Finalmente habría conseguido dormir a la pequeña Danni y poder centrarse en sus pacientes y sus correspondientes síntomas. En realidad, le costaba demasiado concentrarse en trabajar cuando continuamente tenía en mente la idea de que a Luzu le pudiera suceder cualquier cosa. Según tenía entendido, el castaño casi se ahogó en un río en su primer día; ¿cómo no estresarse, sabiendo que cada segundo que pasaba era una posibilidad más para que su esposo estuviera en peligro de muerte? Suspiró con fuerza y dejó sus pensamientos pesimistas desvanecerse, pues no quería seguir así de estresado.
-De pronto, su vida se podría decir que pegaría un vuelco cuando el timbre de su casa sonó. Como su hija aún era pequeña, ella se quedó tomando la siesta en su cuarto mientras que él se levantaba de su silla e iba hasta la entrada. Al abrir esta, dejó verse una joven hermosa: cabello lacio de color azabache, con la piel muy blanca y los ojos de color azul brillante. Llevaba una tiara de oro en la cabeza con una gema del mismo color de sus ojos, y también un vestido largo de seda blanca, que dejaba ver su muslo y el canal de los pechos. Cuando las miradas de ambos cruzaron, Auron no pudo evitar sonrojarse. Carraspeó un poco para aclararse la garganta y hacer desaparecer el color de sus mejillas. Aún así, cuando quiso hablar, la mujer lo cortó al instante con su voz afinada de forma sensual:
-Buenos días, señor.- Dijo, mientras ignoraba la expresión confundida del hombre.- Sé que usted está casado, pero tranquilo, no he venido a hacer nada malo...- Prosiguió con una cara que decía: "te estoy mintiendo, chaval".
-E-emmm Yo...- Titubeó Auron.- Bueno, ¿cómo te llamas?
-Mónica, aunque tú ya deberías de conocerme...- Aclaró con una voz algo más quebrada, dolorida por lo que le había dicho el hombre.- ¿No te acuerdas de aquello, Auron?-
-Esas palabras escarparon la piel del pelinegro. No te había dicho su nombre... ¿Cómo le conocía? Estuvo unos segundos pensando, hasta que finalmente un recuerdo pasó por su mente de pronto. Era ella. La joven con la que... Imposible, ¿como podía acordarse de él? Fue solo una noche. Ellos eran amigos, pero... Hacía muchos años que no se veían.
-Veo que estás casado... ¿Quién es la desafortunada que se casó con un cabrón como tú?- Preguntó de forma irónica, rodando los ojos con algo más de enfado dejando de disimular al ver que Auron había recordado todo.
-Es chico...- Mumuró en voz baja, apartando la mirada con molestia; justo acababa de recordar lo borde que era Mónica.
-Ooh~ Ya veo~- Sonrió con maldad mientras carcajeaba.- Así que a parte de mujeriego también eres ahora maric--
-¿Qué haces aquí, Mónica? Pensaba que tú y yo ya no teníamos nada que ver.- Espetó, cortándola para no tener que volver a oírla.
-La expresión burlona de ella fue poco a poco cambiando a una algo más cabreada. Entró sin permiso en la casa, empujando a Auron dentro junto a la chica. Lo tiró de la camisa hasta el sofá y se sentó encima de él, besándole al instante.
-¿Q-qué haces?- Preguntó Auron, iba a seguir quejándose pero no pudo evitar quedarse embobado al ver como Mónica se bajaba el vestido, dejando a la vista su sujetador.
-Algo que debí haber hecho hace mucho tiempo~- Dijo mientras tomaba los pantalones del chico y los iba desabrochando al tener su vestido quitado por completo.
-Lo más raro fue que Auron no se resistió. Dejó que ella continuara hasta que ambos estuviesen completamente en ropa interior; Mónica tomó el broche del sujetador y lo fue soltando, hasta tirarlo en el suelo y tumbarse sobre Auron, esperando que él reaccionara de alguna forma.... Y lo hizo.
-Pasaron las horas; Auron volvía a encontrarse solo en casa, con la camisa desabrochada pero puesta. Miraba al techo pensativo: acababa de serle infiel a Luzu con una amiga de su juventud... «Mierda...» Continuó con esos pensamientos hasta que escuchó que su hija se levantaba y comenzaba andar con torpeza al rededor de la casa. Balbuceó un poco y se abrazó a su papá al llegar al salón. No había oído nada, así que todo estaba bien... Nadie debía enterarse de eso... Y menos de que habían quedado para verse allí mismo algunos días más.
-Pasó un mes, y Auron seguía viéndose con ella, acostándose con la chica cada que quedaban. No podía decirle que no.. Ella era... Tan sexy. Nunca pudo resistirse a ella en la juventud, y menos ahora, con lo guapa que estaba... Solo.. Cedía y cedía sin parar, esperando que Luzu nunca llegara a enterarse de lo sucedido.
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Holaaaaa!!! Plis, no me maten ok? :'3 sé que he tardado mucho pero weno, para celebrar que ya hemos llegado a la 1k de lecturas, hoy subiré 2 capítulos uwu La cosa créanme que no va a acabar muy bien con lo que ha ocurrido en este cap... Bueno, ya me voy, chao! <3
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𝕯𝖔𝖘 𝕬𝖑𝖒𝖆𝖘 𝕺𝖘𝖈𝖚𝖗𝖆𝖘 II: 𝕸𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊
Fanfiction¿𝘠 𝘴𝘪 𝘶𝘯𝘢 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘻𝘢𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘩𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘪𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘪𝘰 𝘦𝘴𝘧𝘶𝘦𝘳𝘻𝘰?¿𝘠 𝘴𝘪 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘷𝘦𝘭𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘴𝘰𝘣...