23 de abril, 2024
-¿Luzu, puedes venir por favor?-
-Si, ya voy.- Respondió el castaño a su general, entrando en la tienda de campaña de este con firmeza.
-Quedó delante de la mesa donde se encontraban algunos papeles y Rubius hizo un gesto con su cabeza para que el comandante los cogiese. Al tomarlos en mano, Luzu los examinó unos segundos con la mirada; parecían planos de alguna base, seguramente de la Hermandad Oscura. Se giró hacia el rubio y lo miró con seriedad. Este se levantó y le devolvió la mirada seria al chico, explicándole la misión de una:
-Debes infiltrarte en la base de la hermandad, hacerte con sus planes y sus estrategias; las haremos nuestras. Hazte pasar por uno de ellos, con tu uniforme no será nada difícil.-
-Comprendo...- Murmuró Luzu en voz baja, mirando con exactitud los puntos marcados en el plano, que seguramente señalarían donde estaría la parte donde Fargan y sus mandados planeaban el cómo destruirlos.- Está bien, ¿cuando?-
-Lo más antes posible. Siendo tú, no deberías tardar mucho más de dos días en volver... Si te ves en problemas, avisanos por ender-cartero, ellos nos traerán las noticias sobre tí si no vuelves.- Planteó el contrario.
-El otro asintió y salió directamente del sitio, yendo a las habitaciones y tomando su arma y su uniforme oscuro, tan diferente al de los demás. En este tiempo seguía sin recibir noticias de su marido, pero ya no le daba tanta importancia: ahora sólo quería concentrarse en no morir y volver con ellos lo más rápido posible. Al salir de la habitación, totalmente preparado para partir, se encontró con Mangel y Lolito charlando de forma animada sobre algunas tácticas de lucha. El último de estos se giró hacia el comandante y le saludó con un gesto respetuoso de su cabeza.
-¿Aonde' vas, macho?¿Otra misión?- Preguntó Mangel, con intriga en su graciosa forma de voz.
-¡Si!- Respondió el otro orgulloso de su efectiva labor.- Tengo que infiltrarme en la base de los oscuros.- Continuó con actitud animada.
-El pelirrojo lo miró con actitud seria, dejando claro lo que sentía al respecto de la misión. No sería tan fácil como le decían, de eso estaba seguro, pero... Había algo que lo inquietaba, algo le hacía pensar que no saldría del todo bien... Además, de todas formas, no era su primera misión a solas pero aún así estaba asustado porque su amigo se pudiese encontrar en peligro... Sobre todo después de lo que hizo, que provocó que la Hermandad Oscura lo convirtiera en el mayor enemigo. Agitó su cabeza para borrar aquellos pensamientos tan negativos y sonrió de nuevo a su amigo. Luzu llegó a notar aquella actitud cerrada de Lolo, pero prefirió no argumentar nada al respecto, por lo que solo asintió con la misma sonrisa satisfecha en su rostro y se marchó a avisar a Rubius de su partida.
-Fue sobre las cuatro de la tarde cuando abandonó los terrenos de su campamento, andando por el territorio enemigo y logrando camuflarse en un grupo patrulla de los oscuros. Al llegar al campamento pudo examinar con exactitud cómo eran sus instalaciones: a primera vista, todo parecía tener una alta tecnología y muchos avances con los que no contaba su Hermandad. Agachó la cabeza con rabia, evitando pensar en destrozar aquel sitio él solo. Soltó un suspiro ahogado y tragó saliva al llegar al centro, donde se encontraba esperándolos un comandante. Pudo deducir que aquel chico era un comandante, o puede que incluso mucho más importante, al igual que él con Rubius. Todos los guerreros llevaban uniformes color negro, mientras que los comandantes lo llevaban de un color rojo sangre... Aún no había visto a Fargan, que seguramente sería el general de la Hermandad Oscura, por lo que no supo muy bien como encontrarlo... Normalmente en las guerras de aquellos lugares, los rangos se clasificaban por colores, y así incluso los enemigos sabían cada rango de cada persona en su respectivo bando. Cuando vió a aquel chico de uniforme blanco como la nieve, supo al instante que sería un enemigo capaz de él; es decir: no sería tan fácil derrotarlo. En cierta forma, tenían el mismo rango, así que era normal que lo que ocurriese es que cada uno fuera el mejor guerrero de su propia Hermandad. Sin saber como, ambos se acabaron lanzando una mirada amenazadora. El de pelo rubio apartó esta antes, y volvió a una posición firme mientras les preguntaba a los demás de su grupo patrulla como fue el día. No pudo evitar ignorar esa conversación, realmente no le interesaba mucho.
-Se separó un poco de ellos y fue a un claro tranquilo y solitario del sitio, allí se sentó y sacó del bolsillo interior por la parte de su cuello el plano de aquella mañana. Lo miró unos segundos con seriedad, calculando los movimientos que debería de realizar para lograr obtener lo que quería. En realidad, ni siquiera él sabía con certeza lo que estaba buscando, sabía que tenía órdenes de su general pero seguía sin verle el sentido a todo esto... Quizás Rubius solo quería asegurarse de los planes que tenían para Luzu... El castaño se sentía asustado estando allí; aunque fueran sus enemigos, les tenía un gran respeto a todos por la gran batalla que les estaban dando, pero aquello no restaba el hecho de que Luzu no quisiera morir. Quería volver con su familia sano y salvo, quería volver a ver a Dannielle... En fin. Dejó escapar sus preocupaciones con un simple suspiro y bajó su capucha para taparse la cara y que nadie le reconociese. Salió de ahí a paso lento, sin que nadie sospechara. Se adentró en el campamento mientras se dirigía en dirección a donde se supone se encontraría el general de los hermanos oscuros. Cuando entró, pudo ver como la luz traspasaba la suave tela de la tienda de campaña. Fue a una mesa donde había algunos papeles y los tomó al momento, investigándolos a fondo mientras se bajaba la capucha y dejaba su cara al descubierto.
-¿Qué haces aquí? Este sitio no está permitido para-- Se paró un segundo al hablar, logrando contemplar el rostro del castaño y reconociéndolo al instante.-... Luzu... Al fin te encuentro, y nada más o menos que en mi propio campamento... ¿Ahora qué eres?¿El topo de tu "Hermandad"?- Escupió la palabra "Hermandad" con un tono burlón, soltando una carcajada mientras chasqueaba los dedos, provocando que dos guerreros de rango bajo entraran en la tienda y acorralaran a Luzu.
-Atrapadlo.- Ordenó el chico de cabellera rubia.
-El comandante se iba a quejar, cuando sintió que algo le golpeaba en la nuca... Cayó al suelo, derrotado, y comenzó a sangrar por una parte de la cabeza.
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Heeeeeyyy!! :333 bueno bueno~ pero qué interezante no? 7w7 pues les voy a dejar con la intriga hasta que termine el siguiente cap! >:3 xDdDd bueno chao <3
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𝕯𝖔𝖘 𝕬𝖑𝖒𝖆𝖘 𝕺𝖘𝖈𝖚𝖗𝖆𝖘 II: 𝕸𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊
Fanfiction¿𝘠 𝘴𝘪 𝘶𝘯𝘢 𝘨𝘶𝘦𝘳𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘻𝘢𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘩𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘪𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘪𝘰 𝘦𝘴𝘧𝘶𝘦𝘳𝘻𝘰?¿𝘠 𝘴𝘪 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘷𝘦𝘭𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘴𝘰𝘣...