⸙┊diez; provincias.

958 122 50
                                    

-Exactamente, ¿quién es tu enemigo Rusvenia?, ¿de quién desconfias?, ¿a quién le temes?: ¿a la potencia o al país tercermundista?.

···

Diego.

— ¡Buenos Aires!. —pegó el gritó el representante del país decadente. El patio de está hermosa casona había sido completamente decorado con una gran pancarta donde ponía en letras grandes 'Bienvenido a la Familia' y una larga mesa entre medio de tres grandes palmeras, rodeando una fuente de agua—. ¡¿Pero qué le hiciste al lugar?!.

— ¡lo preparamos para la llegada del nuevo!. —contestó un muchacho de la misma altura que mi papá. Vestía casualmente, traía gorra que dejaba ver poco de su cabello teñido en rubio por lo que logre notar a causa de que vi otras partes de el en negro.

Aquellos otros sujetos habían entrado junto a nosotros. Gracias a ellos, arruinaron la mejor ropa que tenía; ¿de qué debería de preocuparme?. A fin de cuentas, porto muy poco de valor en mi equipaje. Las únicas zapatillas de marca que tenía, estaban cubiertas de harina y agua. Por fortuna la puntura no llego a tocarlas...

— ¡bienvenido papi!. —cuando menos me lo espere, ya tenía a aquel sujeto en frente mío para abrazarme de modo que casi me hizo caer—. Soy Lautaro, representante de Buenos Aires. —se presentó.

— un placer. —salude sin más intentando no ser del todo frío.

— ¡¿ustedes, manga de totulos, se presentaron con el hermano nuevo?!. —miró a los demás teniendo un tono casi igual al que papá Argentina solía tener conmigo y con padre Russia.

— ¡¿qué veni' a dar ordenes bonaerense?!. —aquel tono era bastante aún controversial. Le pertenecía al llamado Santiago del Estero, provincia norteña, por lo que sé.

— bueno, bueno, por esté día no quiero escuchar una sola pelea entre los dos. ¿Oyeron?. Sino, se van olvidando del IFE. —les advirtió papá Argentina a todos mis demás 'hermanos'.

— ¿quién va?. —habló uno de los tantos de piel morena y cabello en rulos.

— empeza' vo' po'. —sugirió Córdoba. A él me lo había memorizado bien, aquella bebida nacional en sus manos era un punto que me facilitaba para recordarlo.

— ¿yo?, deuna' —dijo el mismo que antes habló— Soy Benjamín, representante de Tucumán.

— el más gato. —se escucho decir a otro.

— ¡¿qué decis' hijoeputa'?!, ¡te voa' se caga a trompadas!. —amenazó encarando a Santiago.

— cerra el orto, que me toca a mí. —replicó una muchacha de trenza y vestido casual—. Mi nombre es María y soy la representante de Salta.

— y yo soy Rodrigo-...

— ¡Bueno!. —interrumpió a la presentación.

— ¡callate culiao'!, ¡¿qué me queri' ver llorando otra ve'?!. —replicó el cordobés a Santa Cruz con un tono fingido de llanto—. Soy Rodrigo y representó a la provincia de Córdoba. —finalizó.

Las demás provincias se presentaron por nombre de representación.
Eran bastante altaneras. A padre no parecía molestarle en lo absoluto, aquellos chicos no dejaban de hacerle preguntas. Yo ya hubiera perdido la paciencia con la sexta de ellas.

Quien tomo el control de la parrilla fue mi papá, él parecía saber lo que hacia. Era bastante impresionante ver el como manejaba su gastronomía. Quería aprender todo, copiar sus movimientos y alcanzar lo que él no pudo... ¿Pero sería solo para mi codicia?.

— ¿en qué tanto pesas nene?. —me toco sentarme al lado de la capital. Lautaro o Buenos Aires, era bastante charlatán y muy pocas veces le seguí la charla ya que me estaba empezando a exasperar. Cuando ya no le respondía, era para dejarle en claro que no quería seguir hablando pero él siempre hallaba un nuevo puto tema que entablar.

— en nada. —respondí cortante y un poco frío, solo poco.

— nadie piensa en nada, decimelo, capaz y te ayude a responder tus dudas. —a nuestra plática solo habían dos personas atentas, Tucumán y Córdoba.

— dale chango, somos familia ahora. Cofia en nosotros. —está otra provincia daba aires de ser bastante problemática, por solo notar sus tatuajes en sus brazos lo deduje. Aunque era poco callada, ya con tan solo eso me agradaba.

— yo... —debía de pensar en un tema distinto, algo que no involucre posibles independencias— ¿qué significa eso?. —señalé a su brazo izquierdo.

Él se miró el brazo que señale fijándose en aquel tatuaje. — Es un tatuaje que me hice en símbolo al 24 de Septiembre. —contestó.

— ¿qué hay con esa fecha?. —volví a indagar.

— se libro una batalla contra los realistas aquella fecha. Los patriotas, liderados por Belgrano, se enfrentaron a las fuerzas de Pío Tristán aquella vez; fue todo un quilombo, no sabias pa' dónde manotia'; aunque logramos ganar con la fuerza del pueblo y la protección de la Virgen de la Merced.

— ¿aquella batalla fue tan importante como para que la inmortalices en tu piel?. —varias preguntas llegaron a mi cabeza y no dudaba en soltarlas a Benjamín.

— fue una de las tantas batallas importantes de nuestra historia. Gracias a ella, logramos firmar la independencia.

— ¿en ti firmaron la independencia?, pero no eres la capital. —me sorprendí con aquello dicho.

— lo es, cada 9 de Julio. —dijo está vez Rodrigo comiendo un pedazo de pan solo.

— no logro entender.

— verás, Argentina tiene dos capitales. Yo, Buenos Aires y él, Tucumán, por un decreto firmado en 1991. —explicó está vez Lautaro.

— wow... ¡Cuentame más!.

La emoción tomo control de mí. Si, adoraba oir aquellas historias; sobre todo de batallas, guerras, independencias. Eran mi debilidad.

— Что скажешь?, Сын?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Что скажешь?, Сын?. (¿Qué dices?, ¿un hijo?.) —la capital de Russia jamás llegaría a creer aquella información que le estaban dando, pero parecía ser que su está vez hablaba en serio—. Почему ты еще ничего нам не сказал? (¿Por qué no nos dijo nada aún?.) —su tono de voz cambio a uno más de enfado. Estos temas eran delicados y Russia no a tenido ni siquiera el descaro de informarle.

Я уже пробовала позвонить ему. Но он отправляет меня в почтовый ящик. (Ya intente llamarlo, pero me manda al buzón.) —dijo desde el otro lado de la línea San Petersburgo—. Что делать Москве?. (¿Qué debemos de hacer Moscú?.) —indagó. Los demás estados rusos no podían si tan solo mover un pelo sin que la capital diera las ordenes.

Aquel sujeto de actitud tan fría como una verdadera Rusia, se levanto de su escritorio con bastante fiereza volteando un par de papeles tras la acción.

— ты меня услышишь. (Me va a oír.)

D E S C E N D I E N T E© | RusArg | Hetalia O.c.Where stories live. Discover now