⸙┊doce; fútbol

851 112 50
                                    

Llegó el momento más esperado por toda Latino América

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Llegó el momento más esperado por toda Latino América.
Así es, hoy en día, Martín Hernandez va a evaluar a su hijo verdaderamente. El mate pudo haber sido una prueba bastante fácil, pero está era la decisiva.

Si Rusvenia no amaba el fútbol como él lo ama, entonces estaba más que claro que aquel chico saco más al ruso. Dolerá y mucho si todo acaba así, pero él está un noventa y ocho por ciento seguro de que su Diego no lo deshonrará.

— Brasil vendrá, él nos ayudará a entrenar. —dijo mediante jalaba del brazo al pelinegro a la cancha de césped verde.
Le pidió la cancha prestada a Boca, no podrían ir a la de River, está estaba siendo remodelada—. ¿Sabes en dónde estamos?.

— ¿en una cancha?. —respondió en una pregunta antes de ver dos veces alrededor suyo.

— si, pero, ¿de qué equipo?. —Martín esperaba que su descendiente supiera sobre el equipo más famoso de su nación, esté mantenía un rostro de confusión.

— no lo sé, estos colores son iguales a la bandera de Ucrania. —respondió sin mucho interés. La verdad era que tenía demasiado sueño como para jugar al fútbol, eran las ocho de la mañana y en aquella cancha se sentía el frío, sumándole al hecho de que últimamente ha estado lloviendo, enfriando aún más el ambiente.

— ¡está es la canchita de boquita!, —gritó de forma que sobre asusto un poco a Diego— acá vamos a entrenar junto con Brasil.

— ¿el tío Brasil vendrá?. —era extraño para Argentina oir que esté nombrara al otro como "tío", digo, jamás oyó que alguien nombrara a Luciano de aquel modo.

— obvió, ¿quién mejor que él para ayudarme a entrenarte?. Vas a aprender a amar al fútbol como yo lo hago. —se señaló con bastante orgullo.
Aquel deporte era uno de los más preferidos por la nación albiceleste, acepta que está un poco flojo con el, pero con ayuda de Luciano ambos transformarían a Diego en otra nación amante del fútbol.

— Argentina!, Rusvenia!, —gritó el representante de Brasil captando la atención de los otros dos. Traía consigo un balón de fútbol, él vestía para la ocasión como los otros dos. Argentina con un conjunto de su selección y Rusvenia con un conjunto blanco –ya que aún su bandera no fue determina–.— Você esta pronto para jogar?! (¡¿Están listos para jugar?!) —indagó mientras arrojaba el balón y lo pateaba para Tincho.

— ¡obvio negro!, ¡vamos a transformar a Dieguito en un Dieguito Maradona!. —tomó a su descendiente abrazándolo por los hombros ocasionando que esté tuviera que encorvarse un poco para estar a la altura del rubio.

 —tomó a su descendiente abrazándolo por los hombros ocasionando que esté tuviera que encorvarse un poco para estar a la altura del rubio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Digamos que estaba bastante preocupado. Moscú era su capital principal, así como su hijo mayor, al que le dio con sus ojos ciegos el poder de sus demás Estados.

Se esperó que todo esté berrinche de revuelta seria algo pasajero, pero como las cartas de San Petersburgo y Ekaterinburgo expresaban en sus cartas, nada iba para nada bien.

— ¡Iván!. —sintió el gritó de Rusvenia venir desde la sala de la casa de Gobierno Argentina.
Se apresuró a ir hasta el punto donde su hijo estaba hallándose con esté intentando alejar al brasileño y al argentino de una pelea que estaban teniendo—. ¡Ayudame con estos dos!. —pidió reteniendo a Martín en sus brazos y empujando al moreno para que esté no se aproximara a golpear a su papá.

— ¿qué?, ¿por qué pelea?.

— ¡Brasil anotó cuatro goles y papá se enfado, comenzó a insultarlo y terminaron peleando, ahora estoy aquí intentando separáralos!, ¡ayudame de una maldita vez!. —pidió en suplicas mientras perdía las fuerzas de tener a Tincho.
Russia se aproximo al brasileño y tomó a esté del cuerpo para impedirle seguir acercándose.

— ¡forro!, ¡decime las veces que le pagaste a la AFA para que te haga ganar, tramposo!. —gritó el argento luchando con su hijo para librarse de su prisión en los brazos del antes mencionado.

—Pare de falar bobagens e aceite que você é péssimo no futebol!. (¡Deja de decir estupideces y acepta de una vez que eres pésimo en el fútbol!.) —contra ataco el otro.

— ¡veni' si sos tan machito y decimelo bien en la cara!. —alentó mientras ambos latinos continuaron luchando para librarse del agarre de los otros dos altos así poder pelear a golpes y trompadas.

— está será la última vez que juegan al fútbol. —aclaró Iván a todos los presentes. Aquel deporte era el causante de tanta riña, ¿por qué era tan importante unos simples goles para el brasileño y su argentino?. Es un simple deporte tonto.

— sentí algo que no era pasión, sino los golpes que me di en aquella cancha contra el suelo. —comentó de mientras el ruso notaba el barro encima de su descendiente como también partes en verde que le quedaron a su ropa tras arrastrarse contra el césped.

Fua! Me quede sin crédito y no se me cargan los separadores, sorry not sorry.

D E S C E N D I E N T E© | RusArg | Hetalia O.c.Where stories live. Discover now