No apuestes al amor (#2 Amores y Apuestas)

1. Barbie

Ada en multimedia.

Ada:

"Hay un destello de luz en cada palabra
No importa cual hayas escuchado
El sagrado  y quebrantado Aleluya"

Mi inicio de verano empieza así, con mi madre despertándome cada mañana con su propio concierto en casa, practicando para el coro de la iglesia.

—¿Tienes algo que hacer este sábado, Ada?.

—Sí, mamá, tengo planes.

Siempre los tengo, aunque hasta ahora no haya aparecido uno.

—Estoy segura que puedes encontrar tiempo y ahora que es verano, buscar algo en qué ocupar tu tiempo.

Conozco demasiado a mamá para saber por dónde va su idea...

—No.—Me adelanto.

—Aún no he dicho nada, Ada.

—No es necesario, lo haces todos los veranos, mamá.

—¿Y si?.—Mamá definitivamente se obliga a tener oídos sordos cuando le convienen.—¿Audicionar para entrar al coro de la iglesia este año?

—Que patético.

—Ada, yo estoy en ese coro.—Me recuerda mamá.

—Doblemente patético.

—¿Necesitas audicionar a un coro de la iglesia?.—Pregunta Byron, el tarado de mi hermano.

—Audicionar para el coro de la iglesia no es menos al lado de otras grandes audiciones, cariño.

Papá llega a la sala y le da un beso a mi madre en la mejilla, antes de tomar asiento en la mesa junto a nosotros.

—¿Audicionar?

—Sí, intento convencer a tu hija que se nos una.

—Por dios, no.

—Gracias , papá.

—Cariño.—Le reclama mamá.

—Lo siento, cielo, pero ya haces demasiado por ellos y apoyamos bastante cada año, te tienen en el coro. No tienes por qué meter a mis hijos también en esto.

—Gracias.—Hablo yo, con una mueca.

Mamá no le da la contraria, nunca lo hace, logró convencer a mi padre de que la deje entrar al coro y creí que sería suficiente para ella, pero insiste en meterme también.

Al menos mi padre me apoya en mi decisión.

—Aunque dudo que Ada entre.—Suelta mi hermano, solo por fastidiar.

Hago una mueca.—Corrección, no quiero entrar.

—Si lo haría.—Mi madre me observa con una sonrisa.—La has oído cantar.

En algo tiene razón, aquí no soy la burla de nadie.

Cojo mi móvil, en medio de su discusión.

—Ada,el teléfono. —Me ordena, recordándome que no debo usar teléfono en la mesa.

—Ada, obedece a tu madre. —Me indica mi padre.

—Sí, un momento.

Pensaba darle una rápida revisada, pero entonces las redes hablaron por sí solas.

"Nos vemos esta noche"

"Será una fiesta increíble"

"¿Lo dudan? Es Dove Collins?"