Epílogo

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Ada:

—No puede ser.—Pronuncio al ver la cama en el sótano, Keith se ríe detrás de mi.

Me vuelvo hacia el.

—No compre una, pero la baje de mi habitación.

Me rio.—Raro.

—Te prometí que tendrías una cama aquí antes de que me vaya.

"Antes de que me vaya..."

El y yo hemos pasado tanto tiempo juntos lo que quedaba del verano, que no sentí  ni el tiempo y casi hasta olvidaba que el se va de mi lado este viernes 

Keith se va a ir...

—Creo que debemos aprovechar el tiempo, entonces.—Voy hacia el ocultado el dolor que acaba de sentir mi corazón.

Empujo su cuerpo, colocando ambas manos sobre su torso duro y lo hago caer contra el colchón, para luego subirme encima, las manos de Keith me sujetan la cintura y bajan por mi trasero.

Atrapa mis labios, lo beso un par de segundos y luego me hago hacia atrás al sentir sus manos en mi cara.

—Te quiero, Barbie y  no imaginas cuanto te voy a echar de menos.

—No quiero hablar de eso.—Confieso.

El suspira.

—¿De que quieres hablar?

Intento sonreír y le doy un corto beso.—Mejor hagamos solo esto.

Nuestras miradas se encuentran y es Keith, quien me besa, envolviendo mis labios hasta dejarme con ganas de respirar, me derriba y caigo, con el encima mío.

—Barbie...—Rompe el beso y yo le sonrio.

Sin más palabras, ambos empezamos a desnudarnos.




(***)


—¿Prometes cuidar que mi hermana no enloquezca a Noche?.—Me pregunta el, su tacto deslizándose por mi brazo, mientras aun permanecemos dentro de la cama.

Estoy a espaldas de el y me giro, al solo escucharlo.

Keith estira la mano, llevándola a mi cabello, mis ojos se cierran.

—Se que no quieres hablar de eso.

Sostengo su mano y la bajo de mi cabello.—Entonces no hablemos de eso, solo... no quiero que llegue el viernes.—Termino confesando.

—Yo tampoco. pero haremos que funciones y...—El se ve muy confiado.—Vendré cada fin de semana que pueda, Barbie.  

Asiento despacio.

—Solo serán unos meses, si esperas por mi...

—Lo hare, no tengas dudas de eso.—Le recuerdo lo que ya le he dicho más de una vez.

Keith vuelve a sonreír y sus labios buscan los míos.




(***)




“Gracias asombrosa, cuán dulce sonido,… estuve perdido, pero ahora ya me encontré"

El jueves, un día antes de que Keith se vaya, su familia va a la misa de ese día, yo también lo hago, aunque las razones de la señora Fletcher terminan siendo más preocupación y pidiendo que a Keith le vaya bien este año igual que el anterior.

—Creo que tu madre está más tranquila. —Pronuncio viendo a Jackeline.

Keith sigue mi mirada y regresa a mi.

No apuestes al amor (#2 Amores y Apuestas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora