26. Desición

4.2K 522 27
                                    

Ada:

Me he quedado dormida y me doy cuenta de ello, cuando mamá golpea la puerta de mi habitación, me inclino sentándose y a mi lado se encuentra Keith.

Mamá me mira con una ceja alzada y yo me apresuro en levantar al raro de mi novio.

—Keith. —Abofeteo su mejilla con suavidad, a lo que Keith reacciona haciendo muecas con los labios.

Gira el rostro y sus ojos se abren, mirándome, rápidamente hago señas.

—Barbie..

Su mirada sigue la mía y se levanta, aguantó la risa que me provoca.

—Nora..

—Ya se hizo de noche, Keith...—Pronuncia mamá. —Tus padres deben estar preocupados.

Ese es un "Es hora de irte, Keith"

El se levanta h le hace caso a mamá.

—Espera. —Lo detengo. —Te acompaño.

El me sonríe y ambos bajamos al primer piso, escucho las pisadas detrás de nosotros, pero desaparece de nuestra vista al dirigirse a la sala.






(***)




—Descansa.—Prácticamente me ordena mi novio.

Ruedo los ojos. —Es la quinta vez hoy que me pides eso, raro.

—Solo quiero cuidar a mi novia. —Me responde, mientras gira la guitarra hacia atrás, para darnos más espacio.

Sonrio sintiéndome conmovida.

—Lo haré. —Le prometo.

Keith me ve incredulo.

Voy directo hacia el, atrapo sus labios y le doy un beso cálido, con mis manos arrugado su camiseta.

—De verdad, ahora si lo hare, lo prometo.

Suspira, dándose por derrotado.

—Confiare en ti, rubia.

—Es lo que los novios hacen.—Muerdo mi labio y mantengo la vista en su rostro, lo empujo con suavidad alejándolo de mi .—Ahora vete.

La sonrisa de Keith resalta en su rostro, no agrega nada, lo veo caminar por el patio, para ir directo a su casa.

Entonces se lo digo una vez más.—Te quiero.

Keith se detiene y se gira, sus ojos me ven sorprendiéndose otra vez, pero de nuevo esa sonrisa ilumina su cara repleta de felicidad.

—Y yo a ti,  Barbie








(***)








—¿Keith ya se fue?

—Si, fue claro tu mensaje. —Digo sonriendo.

—Es mejor mi mensaje que el de tu padre.

Es muy cierto.

Ella sonríe despacio. —Es un buen chico, Ada.

Si, lo es.

—Aunque los vecinos digan lo contrario y físicamente para todos se vea como el prototipo del chico que tu hija debe ignorar. —Ella mantiene su sonrisa.

A excepción de los propios padres de Keith, solo los míos lo han aceptado, o al menos no piensan como los demás, incluso cuando yo lo pensaba, para papá y mamá, Keith siempre ha sido un buen chico.

Sobre todo porque ha vivido muchos años al lado nuestro y la imagen que tienen no se ha borrado.

—¿Lo quieres?

—Aún me estoy acostumbrando a eso. —Bromeo

—Y el te quiere, ¿No? Puedo verlo...

—Si, acaba de decírmelo. —Pronuncio recordando su bella confesión junto a la canción que me compuso

—Y se preocupa por ti, igual que yo.

Ella esta actuando raro y todo tiene sentido cuando sigue.

—Ada, respecto al coro...

Oh no, no quiero que piense que no podre con esto.

—Me descuide, lo se, pero no volverá a...

Toma un respiro y sigue.—Esta bien, cariño, ya  no tienes que preocuparte por eso y tampoco por el recital del 16. 

—¿Cómo de que no? Quedan solo unos días y...

—Ada.

Me callo de golpe.

—¿Mamá... qué?

—He decidido que ya no formaras parte del coro en este recital,  Ada.

No apuestes al amor (#2 Amores y Apuestas)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin