8. Invitación

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Ada:

No me creo haber caído en la trampa de mamá, porque aunque no lo haya sido, terminó llevándome al escenario como siempre quiso.

Me hizo cantar sin estar preparada y aunque me sentí cómoda al acabar, sigo sintiendo enfado por esto.

Además, los halagos de las chicas del coro empiezan a aburrirme.

—Cantaste hermoso, Ada.

—Fue increíble.

Fuerzo una sonrisa.

—¿Vas a considerar unírtenos?

—Deberías unirte, Ada.

—Estuviste maravillosa.

Mamá ingresa por la puerta y suelta un corto grito, mi hermano está detrás de ella, aun sorprendido y podría considerar que ver la expresión que tuvo su cara al acabar la canción, al igual que la de Keith, fue lo mejor de esta presentación.

Mamá me rodea con los brazos.

—¡Santo cielo!.—Me aprieta muy fuerte y se separa, colocando sus manos en mis hombros,. mamá luce feliz y por un breve instante me conmueve.—¡Estuviste maravillosa, Ada!

Las comisuras de mis labios se caen y señalo la puerta.—¿Nos vamos, no?

Antes de salir, escucho como le insisten a mamá que yo sea parte del coro otra vez.

Pero esta ha sido mi única y última vez.







(***)






Creí que me libraría de los halagos una vez que saliéramos de la iglesia, pero no tardaron en acercarse las amigas y compañeras de mamá.

Lo peor es que mamá les da la plática.

Y no quiero pasarme de grosera, pero empieza a aburrirme que sigamos aquí, pensé que todo acabaría una vez que la misa llegara a su fin, no que nos quedamos a para recibir las felicitaciones de los creyentes.

De haber sido así, me hubiera seguido negando a cantar.

Hasta ahora no entiendo como mamá me convenció.

Suspiro, Jackeline Fletcher se acerca a nosotros.

Toda mi espalda se endereza al ver a Keith, quien tiene una extraña sonrisa en el rostro.

—Cantas muy bonito, Ada.—Mi gemela miniatura me agradece, de todos los halagos, el suyo es el que me hace sonreír con sinceridad.

—Lo hiciste especial el día de hoy.—Me dice la madre de Keith y Nancy.—¿Nos es verdad, cariño?

Su esposo la apoya.

—¡Nora!

La señora Fletcher y su esposo, se acercan a saludar a mi madre, el padre de Keith carga a su hija en brazos y nosotros dos nos quedamos a solas.

No apuestes al amor (#2 Amores y Apuestas)Where stories live. Discover now