ɴᴏᴍʙʀᴇᴀᴍᴇɴᴛᴏ

2K 138 4
                                    

Volví a mirarme al espejo. Una hermosa corona adornaba mi cabello y un precioso collar alrededor de mi cuello. La corona había sido un regalo de la Madre Sultana y el collar de Mehmed. Sultana Hatice me dio una pulsera que usé unos días y luego guardé.

Mirándome ahora no podía ver el reflejo de la niña que era cuando llegué a este país. Mucho menos cuando conocí a Mehmed.

Una nueva persona me estaba mirando en el espejo. Ni una niña asustada, ni un bastardo ingenuo, y mucho menos un tonto sin rumbo.

La que me miraba en el espejo era una joven poderosa. La madre de un miembro de esa dinastía. Incluso más grande que una Dama, una Sultana.

Sonreí ante mi reflejo y volví la mirada hacia la graciosa cuna donde estaba mi bebé.

Tan pequeño y robusto que me enorgullecía verlo sonreír. No sabía mucho sobre ser madre, de hecho no la había tenido y mi madrastra no era un buen ejemplo. Pero entonces, podría ser como quisiera, mi propia versión.

Sería la mejor madre que pudiera y mi príncipe sería el más afortunado entre los demás por tener una madre tan dedicada.

La puerta se abrió y me despertó de mis pensamientos. Pasando estaba Mehmed, el chico a quien le entregué mi corazón.

Había pasado una semana desde el nacimiento y yo era lo suficientemente bueno ahora, el Sultán llegaría hoy con la Madre Sultana para nombrar a nuestro hijo y eso sería un gran honor, uno que estaba haciendo revolver todo el palacio.

- Su Alteza. - Me incliné.

Su mirada se posó en mí por unos momentos y luego pasó a nuestro hijo. Una sonrisa creció en su rostro y se apresuró a la cuna viendo cómo nuestro bebé dormía tranquilamente.

- Sigue durmiendo?

- Se despertó por la mañana para comer y tardó mucho en volver a dormir, debe estar cansado.

- Está comiendo bien? ¿Está todo bien con él?

- Haces esa pregunta todos los días Mehmed, está bien que las parteras digan que aumenta de peso todos los días.

- Me preocupo por el. Sé que muchos niños no son más que la infancia.

- No será así con nuestro hijo y sabes por qué?

- Por qué?

- Porque soy su madre.

Se rió y se acercó sosteniendo mis manos en las suyas. Permití el pequeño toque y disfruté cada segundo. Aunque lo amaba.

- Vine a verte también, tengo algo que contarte.

- Algún problema?

- No nada de eso. Solo una decisión que tomé.

- Decisión?

- Pensé en tus palabras ese día cuando comimos juntos, sobre luchar por el trono. En ese momento no quería estar de acuerdo porque no quería elegir entre mis hermanos y yo, pero ahora es diferente.

- Que ha cambiado?

- No lo noté antes, pero lo veo ahora. Nunca fui solo yo. Te tengo a ti y a nuestro hijo, si elijo quedarme quieto, los perderé a ambos y eso no puedo soportarlo. Quiero que seamos una familia Mihrimah, realmente quiero que seamos felices juntos.

Tragué.

- Entonces lo que estás diciendo es ...

- Competiré contra mis hermanos, intentaré con todo lo que tengo para ganar este trono para que nuestra familia pueda vivir. Yo prometo.

𝐈'𝐋𝐋 𝐑𝐔𝐋𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃, got & mcWhere stories live. Discover now