𝐈'𝐋𝐋 𝐑𝐔𝐋𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃, got & mc

ᴀʟɪᴀɴᴢᴀ

Los días pasaron tranquilamente. Pasé el día con Selim viendo cómo crecía todos los días, también fui a la Sultana Hatice a saludarla todos los días a pesar de que estaba claramente molesta por mi presencia.

De todos modos no me importaba, las dos personas que más amaba en el mundo estaban seguras y felices y eso era todo lo que quería. Además, planeé que esta enemistad platónica terminaría, por el bien de mis príncipes.

La Sultana había vivido en Topkapi durante más tiempo y conocía a las otras Sultanas y la forma en que actuaban, incluso si no tenía una conexión tan fuerte con el Sultan como la Sultana Baharnaz o era la madre del príncipe mayor como la Sultana Mahpare, pero todavía tenía un príncipe y por eso tenía algo de poder. No era lo suficientemente fuerte para la batalla en la que estábamos a punto de entrar, pero sabía que podía ayudarnos.

El verdadero poder venía de Mehmed, era hijo del sultán, gobernaba una provincia con justicia y tenía un heredero, era un buen candidato como cualquier otro. No tenía muchas debilidades que explorar más allá de los hechos, su madre no era favorecida y él era un tercer hijo, pero podía sortearlo fácilmente con ayuda.

- Tenemos que darnos prisa. - le comuniqué a Nigar mientras Meleksima sacudía a un Selim lloroso.

Me acerqué al pequeño bebé y le di un beso en la mejilla regordeta antes de irme. Atravesé el harén hacia las habitaciones de la Sultana Hatice y una de sus doncellas que estaba en la puerta llamó y después de escuchar un suave "pase" entró para anunciarme. Respiré hondo y alisé mi vestido de nuevo, lo necesitaba para funcionar.

La doncella regresó y me dejó entrar. La Sultana estaba sentada junto a su servidor de confianza, Gülnihal. Hice una breve reverencia.

- Sultana.

- Qué quieres, Mihrimah?

- Ojalá pudiéramos hablar Sultana, es sobre el príncipe Mehmed.

Ella arqueó una ceja y me evaluó, luego asintió con la cabeza para que me sentara a su lado. Con una sonrisa me acerqué y me senté en una almohada en el suelo.

- Qué le pasó a mi príncipe?

- No pasó nada Sultana, vine a pedir tu ayuda y consejo al príncipe.

- De qué estás hablando?

- Su Alteza ha decidido que luchará por el trono, pero el camino que planea tomar es demasiado peligroso para seguirlo solo. No me importa arriesgar mi vida por él, Sultana, pero creo que si trabajáramos juntos podríamos quitarle un gran peso de encima.

Ella pareció sorprendida y miró a Gülnihal por un momento, pero luego me miró a mí.

- Dijo que competirá por el trono?

- Quiere probar para todas las Sultanas. Él se encargará de ganarse el favor del Sultán y creo que seremos nosotros contra las otras sultanas.

- Nosotros contra esas brujas? Parece bueno.

Sonreí levemente.

- Nadie lo sabe todavía Sultana, por lo que debemos planificar nuestros próximos pasos con cuidado. Tan pronto como sepan lo que estamos haciendo, vendrán a nosotros, hasta entonces espero que el príncipe ya tenga a alguien de confianza en el consejo del Sultán.

Ella pareció pensativa por un momento, pero luego una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

- Conozco un nombre que puede ayudar.

- Podemos cenar todos juntos esta noche y hablar más, Sultana. - sugerí alegremente.

Las cosas parecían ir en la dirección correcta. Si Mehmed tuviera a alguien leal en el Concejo, solo necesitaría concentrarse más en su provincia, tenía el amor de la gente y el elogio de los Pashas que lo ayudaron y eso ya decía mucho.