Jane Houston es una persona tímida, optimista y callada. Es reservada con cada persona que conoce ya que tuvo un pasado demasiado duro. Su único amigo es Will Byers, con el único con quién comparte sus sentimientos y gustos. Vive en una casa llena d...
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Jane sostiene a Will en un abrazo mientras él llora en su hombro. Aunque el techo del Castillo Byers es de troncos, unas gotas caen dentro y mojan sus cuerpos. La morocha le acaricia el cabello y él la aferra más, como si la necesitara más que nadie; cosa que es verdad.
El castaño se incorpora y la lleva a ella de repente fuera de ahí, tomando un tronco con ambas manos.
- ¿Pero qué...?
Y Will comienza a descargar toda su furia contra el Castillo Byers, intentando romperlo, con cada lágrima que se escapa de sus ojos.
- ¡Will! - exclama Jane a todo pulmón porque el chico no parece oírla. - ¡No, no!
Cuando finalmente el castillo que Will ha construido hace unos años con su madre y su hermano, se derrumba de a poco. Jane se tapa la boca, tratando de entender y muy confundida y triste.
Era nuestro lugar, piensa. Y es que es así. Siempre han pasado tiempo allí y es donde se dieron su primer beso. Los recuerdos compartidos recorren la mente de Jane en un abrir y cerrar de ojos.
- Will...
El castaño se deja caer de rodillas al suelo. Empapados, los dos se quedan bajo la lluvia, pero no la sienten porque solo se prestan atención uno al otro.
- Will, ¿qué ha ocurrido? - le pregunta ella.
Jane se acerca a él lentamente y se agacha, sentándose en el lodo sin que le importe nada más que él.
- Nada, no es nada - niega él, no la observa a sus ojos, no se siente capaz de no apartar la mirada sin recordar lo que le ha dicho Mike hace unos minutos: "¡No es mi culpa que tú nunca te declares a Jane!".
- Oye, estoy aquí, sabes que puedes confiar en mí - le asegura, sintiendo una corriente cuando le toma las manos. Will alza la mirada. - Debió pasar algo muy malo como para que rompas una foto con tus amigos y después... rompas el Castillo Byers...
- No quiero estar con ellos, no ahora - le dice el castaño, apretando la mano de Jane. - No quiero hablar de eso.
La morocha pestañea varias veces, como si fuera un chiste.
- Will, vamos, estoy aquí... contigo, estamos juntos - le dice lentamente. - ¿Te has peleado con Mike?
Will la observa, sorprendido. En ese momento, supone que ella le ha leído la mente, aunque Jane no lo ha hecho.
- Debo crecer - larga el castaño luego de unos segundos. - Mike tiene razón, ya no somos niños.
Jane traga saliva, confundida. Es algo que ella tampoco tiene asegurado; sin embargo, ella es una persona madura, puede que sea la más madura de su grupo de amigos.
- Pero eso no significa que no sigamos siendo amigos.
- Mike y Lucas tienen novias, no quieren pasar tiempo conmigo - le explica Will. - Y como Eleven ha terminado con Mike, aproveché para jugar a "Calabozos y Dragones"... Pero ellos no tenían ganas, y me di cuenta.