CAPITULO QUINCE

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PARTE QUINCE
MOON EVANS

Fue tan satisfactorio ver aquel letrero que decía: Bienvenidos a Peelfol.

La emoción recorrió todo mi cuerpo. Estaba tan agradecida de haber hecho este viaje. Me había distraído de ese inesperado suceso en el baile escolar por parte de Morgan y sus amigas, y vaya que me distraía, porque ya ni me importaba mucho el hecho de que ella estuviera en este viaje también y no lo haría porque yo, Moon Evans disfrutaría de este viaje y no importaba que mi más grande enemiga estuviese en él.

Seguía conduciendo Nathan y por supuesto Jasper aún nos seguía. Nos detuvimos frente a la cabaña que alquilamos y no pude evitar decir wow.

Era hermosa y a pesar de que la había visto mil veces por fotos en internet era muchísimo más bella en persona.

Nathan estacionó al igual que Jasper. Bajé del auto, tomé mi maleta y sin pensarlo corrí frente a la puerta, entusiasmada por entrar.

—Ey —me llamó Nathan llegando a mi lado con las llaves—, tranquila pequeña liebre —bromeó y me reí un poco.

—¿Pequeña liebre? Suena bien —opine.

Ya todos estaban con nosotros incluido Jasper, y Nathan aún lo miraba mal, era notable que esos dos no se iban a llevar nada bien.

Nathan abrió la puerta y fui la primera en entrar.

La cabaña estaba amueblada y todo se veía muy lindo. Se sentía acogedora. Tenía la sala de estar con dos sofás, una mesita de centro, a la derecha estaban dos cuartos, al otro lado la cocina, en frente un gran ventanal hacia los árboles y las escaleras al lado derecho.

Me volteé hacia todos para informar:

—Como Ethan y Morgan supongo que pueden dormir juntos, yo dormiré en un cuarto sola y uno tendrá que compartir habitación.

—Wow, que mandona —comentó Morgan, pero hice mi mayor esfuerzo por ignorarla.

—Compartiré yo la habitación con Kevin —avisó Nathan.

—Bien, me quedaré yo con la habitación sobrante.

—Perfecto, entonces nos instalamos y luego... —esperé a que alguien completara con una idea brillante.

—¿Salimos a almorzar? —dijo Ethan.

Miré a todos para ver si les parecía buena la idea porque a mí la verdad era que sí.

Todos asintieron y luego se dirigieron a sus habitaciones con sus maletas menos Jasper, él no sabía que iba a hacer este viaje con nosotros, así que alguno de los chicos debía prestarlo ropa.

Subí las escaleras porque iba a escoger una habitación de arriba y Nathan y Kevin también subieron.

Me dirigí a la primera que vi y dejé mi maleta en la cama. Suspiré.

Al cabo de unos diez minutos ya todos estábamos instalados y listos para salir a buscar un lugar para almorzar. Jasper comentó que había estado aquí antes y que conocía el lugar, se ofreció a dirigirnos a un restaurante cerca y decimos aceptar caminando para allá ya que la mayoría quería ver más de ese hermoso sitio.

Después de otros diez minutos llegamos a un restaurante, pero, justo vi que las trenzas de mis tenis se soltaron. Le dije a los chicos que en un momento los alcanzaba, todos me hicieron caso y siguieron o eso creí.

Estaba agachada, amarrando las cuerdas cuando sentí a alguien al lado mío, gire mi cabeza ligeramente para ver a Morgan.

¡Oh, vamos! Debía ser una broma.

Un Amigo De Verdad En Un Mundo De MentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora