CAPITULO TREINTA

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MOON EVANS
PARTE FINAL

Después del beso sonreímos como tontos.

De repente me comenzó a doler la cabeza y Nathan se ofreció a llevarme a casa.

Estábamos frente al edificio de mi departamento, no el de la universidad, el mío ya que iba a pasar un poco de tiempo con Lauren, dentro del auto.

Estaba a punto de bajarme cuando Nathan me tomó del brazo. Me volteé hacia él.

—Te amo, no lo olvides ¿sí?

—También yo y mucho —deposite un beso corto en sus labios—. Hasta mañana —dicho eso me bajé del auto.

Entré al edificio muy feliz y en la planta baja encontré a mi mamá mordiéndose las uñas, ella hacía eso cuando algo le inquietaba. Me miró y corrió hacia mí.

—¡Por fin llegas!. Te estuve llamando y no contestabas —dijo ella ya frente a mí.

—Qué extraño, seguro me quedé sin batería —supuse.

—Cariño, necesito que veas algo —mi mamá se volteó, comenzó a caminar y yo la seguí. Nos detuvimos frente a una puerta que decía solo personal autorizado pensé que era una de esas puertas donde hay cosas de limpieza del edificio o esas cosas.

Mamá empujó la puerta, dentro estaban las cámaras de todo el edificio y la señora Carter, quien lo administraba, esta me dio una mirada triste.

—Las dejaré solas. —La señora Carter salió del cuarto.

—¿Mamá, por qué me trajiste aquí?

—Antes que nada. Cariño, ¿qué hacías anteayer a las 4 de la tarde? —en ese momento Nathan y yo estábamos frente a la puerta de mi apartamento, recuerdo que me dijo que creía que le gustaba en ese momento.

—Estaba con mi amigo Nathan, frente a la puerta del departamento, conversando.

—No, no cariño. Ven, mira esto —ella me señaló una de las grabaciones donde se veía la hora en que yo estaba conversando con Nathan y a mi hablando sola, no lo entendí, yo estaba con Nathan, estaba segura. —Cielo, mírame —miré a mi madre muy confundida.

—Mamá, esas grabaciones están mal. —Le hice saber.

—No, cielo. Tu amigo jamás existió, no es real cariño y talvez es difícil de asimilar, pero es la verdad y...

—No, no, eso no es verdad —me negué rotundamente—. Busca bien, ¡busca bien!. —Mi madre se sorprendió por mi radical cambio de actitud, no obstante me hizo caso y me mostró la grabación una y otra vez donde yo hablaba completamente sola, incluso me enseñó una en la escuela donde también hablaba sola, ese fue el día que Nathan se metió en la escuela y me sacó a comer en un Mcdonald's.

Eso no podía ser posible, ¿cómo Nathan no iba a ser real?

No, no, no.

Esto no era posible, ¿cómo no iba a ser real el chico que me ayudó a superar mis problemas?, ¿Cómo no iba a ser real el amor de mi vida?

No, eso no era verdad.

Me coloqué las manos en la cabeza sin saber qué hacer. Necesitaba pruebas, demostrar que Nathan sí existía.

Un Amigo De Verdad En Un Mundo De MentiraWhere stories live. Discover now