Sunbae [BTS Fanfic] ✓

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"Bajo el mismo techo"

A las diez de la mañana los chicos llegaron a la que sería su nueva casa.

María Cristina tenía razón al mencionar que era una casa muy grande. Más que eso parecía una mansión. Estaba un poco distante del centro de Seúl pero lo suficientemente cerca a la vez.

Mientras el staff se encargaba de colocar debidamente las cámaras, los chicos se dispersaron para explorar un poco el lugar.

Jin se dirigió a la planta baja, acompañado por YoonGi. Después de ver la sala de estar, terminaron en la cocina. El tamaño era impresionante.

Un par de chicos acomodaban un par de cables que permitirían grabar el sonido. Mientras tanto una cabellera marrón asaltaba la nevera.

—¿Sakura, verdad? —preguntó Jin haciendo que la chica se sobresaltara y se pegara un gope en la cabeza con la puerta del congelador.

Sakura volteó.

—¡Oh, han llegado! —exclamó sonriendo.

—Tienes... —Suga señaló un extremo de su labio.

Sakura limpió con su mano los restos de chocolate.

—¿Hay comida allí dentro? —se interesó en saber Jin.

—Sí y hay más en las alacenas —indicó Sakura—. ¡Eso sí!. Toda la nutella es mía y no pienso compartirla.

La amenaza era inminente pero los dos chicos solo rieron ante ella. Definitivamente desconocían lo que era capaz de hacer Chocolate Monster por sus preciados tarros de nutella.

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La maknae line de BTS, es decir: Jimin, Taehyung y Jungkook, se hallaban viendo el segundo piso. Donde se hallaban las habitaciones.

Habían podido notar que este sector, a diferencia de la planta baja, contaba con menos cámaras. Probablemente para conservar un poco de privacidad.

A mitad del pasillo que dividía a las habitaciones, Jimin tropezó con una pequeña maleta color melocotón y cayó al suelo con increíble estilo.

Taehyung y Junkook se echaron a reír mientras lo señalaban.

—¡Perdón! —se disculpó AhRa haciendo su maleta a un lado.

—AhRA, recoje tus cosas —le musitó Jié a la más pequeña que asintió metiendo todas sus maletas dentro de la habitación —¿Se encuentra bien, sunbae? —le preguntó a Jimin mientras lo ayudaba a ponerse de pie.

El chico sonrió, un poco avergonzado.

—Sí, perfectamente. Ya estoy acostumbrado.

AhRa volvió a salir de la habitación e hizo una inclinación.

—Lo siento, Jimin-sunbaenim. Ha sido mi culpa.

—No pasa nada, de verdad —garantizó Jimin con ambas manos al frente para indicar que se detuviera.

—Sí, Jimin hyung siempre se cae de todas formas. Ese es como su pasatiempo favorito —dijo Jungkook.

—¡Hey! —Jimin señaló al menor ofendido.

—¿Qué ocurre? —preguntó confundida Eun Yeong llegando al lugar.

—Nada, unnie. BTS acaba de llegar —le explicó AhRa.

—Oh... ¡Hola! —saludó Eun moviendo su mano en el aire, los chicos le devolvieron el saludo—. ¿Han visto a Ibisko?

—Sala de prácticas B —le indicó Jié.

—No puede ser.

Eun Yeong negó con cansancio y desapareció por los pasillos

—¿Quién es Ibisko? —se preguntó Taehyung.

—Es el apodo de Young Mi unnie —explicó Jié.

—¡Kim Hye! —vocífero DaiNa saliendo de otra de las habitaciones—. ¿Dónde está esa chica? Sus ocho maletas no se ordenarán solas.

—Estará escondiéndose —se regodió Jié con una sonrisilla.

—¡Aquí! —la aludida se hizo presente como si la hubiesen llamado con el poder de la mente—. Fui a la azotea un minuto para...

—Esconderte de... —mencionó Jié, siendo acallada por un golpe de Hye—. Auch —se quejó sobándose la nuca.

—Como sea, iré a preguntar el código del wi-fi —dijo DaiNa tomando camino hacia las escaleras.

—Espera, iré contigo —gritó AhRa y corrió tras su compañera como si su vida dependiera de eso.

Los tres chicos observaron confundidos aquella actitud.

—Oh, no se extrañen. Las redes sociales son su vida. Como siempre decimos “AhRa sin internet ya no es la misma AhRa” —dijo Jié

—Es muy curiosa —comentó Jungkook echando una mirada al lugar por donde se había ido esa niña.

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—Aquí estás —dijo Eun Yeong al encontrar a su compañera de grupo en la sala llena de espejos y suelo de madera.

Lee Young Mi detuvo su música y aprovechó para tomar agua.

—¿No crees que te estás sobrexigiendo un poco? —le preguntó Eun Yeong con preocupación.

Young Mi llevaba varios días de ese modo. Practicando su baile a toda hora que podía. En ocasiones incluso se saltaba algunas comidas.

Eso le preocupaba a Eun Yeong. No era para nada sana esa rutina.

—No exageres ¿quieres?. No me pasará nada malo —dijo YoungMi con molestia.

Estaba harta de que Sakura y Eun Yeong la tratarán así, como si estubiera enferma, como si necesitara ayuda. Ella sólo estaba prácticando. Tratando de mejorar. Era la bailarina principal de su grupo y quería mejorar su rendimiento. ¿Qué de malo tenía eso?.

—Al menos prometeme que comerás bien —pidió Eung Yeong.

Young Mi asintió para tranquilizarla, aún sabiendo que no cumpliría esa promesa.

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