Sunbae [BTS Fanfic] ✓

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"Él no es nada dulce"

Finalmente terminaron de grabar el programa. Ambos grupos volvieron a la residencia en autos distintos. De camino, hablaron sobre lo que había pasado.

—Taehyung, no te preocupes. Kim Hye lo disimuló bastante bien. No creo que se vuelva un problema —le dijo Namjoon.

—No es eso lo que me preocupa —mencionó Taehyung.

—¿Qué es lo que te preocupa entonces? —preguntó Hoseok, sentado a su derecha.

Taehyung dejó caer su cabeza en el respaldo del asiento.

—Ella se veía realmente mal cuando pasó.

Jimin se asomó desde el asiento delantero.

—Pués no se tú, pero yo tampoco estaría saltando de felicidad si mi enamoramiento secreto fuera revelado en directo, en televisión internacional —razonó el rubio.

—¡Ah! —se quejó Taehyung despeinandose— ¿Qué debería hacer? Chicos alguien aconsejeme algo.

Suga, Jin y Junkook, que aunque no participaban en la conversación estaban muy pendientes de ella, se encogieron en sus asientos para evitar que se les preguntara directamente.

Lo mismo hicieron Jimin, RM y J-Hope. Ninguno sabía que decirle.

No era que no tuvieran experiencia con chicas, sino que, desde su debut como idols no habían pasado por esa clase de problemas. De cierta forma, ese era un mundo nuevo para ellos.

Taehyung abultó los labios en un puchero inconsciente.

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Eran pasadas las nueve y media de la noche, todos estaban acabando de cenar.
Hye mantenía la mirada en su plato, aún muy apenada. Taehyung le lanzaba miradas tímidas de vez en cuando.

—¿Suga no comerá hoy? —preguntó Sakura a Namjoon en vistas de que el chico no estaba presente.

—Él está componiendo —le explicó Nam.

La líder de SAHARA se quedó un poco pensativa.

«Pero ha estado metido en el estudio desde que llegamos» sopesó calculando unas seis horas o más.

Una idea le vino a la cabeza. No estaba segura del todo pero al final terminó haciéndolo.

(...)

Entró en el estudio, encontrando al chico de tez pálida muy concentrado en su computadora. Pudo leer la letra de una canción.

—¿Cuándo demonios entenderán que no quiero que me molesten? —bramó YoonGi.

Estaba estresado. Había estado trabajando en nueva música. Sin embargo tenía un ligero problema en cuanto a la letra. Había escrito unas estrofas pero le estaba costando más de lo normal.

—Sunbae, usted debería sonreír más. Seguro el hambre lo hace ser tan gruñón. Esto es comida. Coma un poco, por favor —Sakura dejó la comida sobre la mesa, interponiendose entre el chico y la máquina.

—¡Vete! —bramó YoonGi a sus espaldas.

Sakura se asustó y pegó un pequeño brinco. Sin querer se apoyo en el teclado, oprimió una tecla y terminó borrando la canción, o al menos lo que llevaba de canción.

YoonGi volteó a verla, matándola con la mirada.

—Yo... —pronunció Sakura con voz temblorosa.

—¡Ya! —gritó YoonGi levantandose de su asiento bruscamente haciendo a Sakura dar un brinquito para alejarse —¿Sabes cuanto me ha costado sacar esa letra? Ahora sólo vienes y la eliminas.

—¿No puedes deshacer la eliminación? —preguntó nerviosa.

—No, no se puede. ¿Por qué viniste aquí? Eres una tonta e imprudente. ¿En serio eres la líder de tu grupo?

Entonces la chica se olvidó de toda formalidad o respeto a sus mayores.

—¡Cierra tu maldita boca, Min! —explotó golpeándolo justo en el pecho.

Ya había tenido suficiente de insultos. Fue su error, es verdad, pero no por eso Suga tenía el derecho de agredirla verbalmente como lo estaba haciendo.

—Vine porque hace horas que no sales de aquí. Quería ser amable, trayendo algo de comida para tí —menciono Sakura, mirándolo con enfado.

YoonGi retrocedió un pequeño paso. Dándose cuenta de que estaban demasiado cerca.

—En cuanto a la canción. Lo siento de verdad, fue un accidente —continuó diciendo Sakura— Pero si tanto te importa, no te preocupes.

Sakura se dirigió al escritorio y tomó una hoja junto a un bolígrafo. Después de escribir durante algunos minutos, se dirigió otra vez a YoonGi.

—Aquí la tienes, esas son las líneas que estaban escritas en la computadora —le dijo extendiendole el papel.

El chico la tomó incrédulo e iba a decir algo, pero Sakura lo interrumpió.

—No, ahorrate las disculpas y la próxima vez intenta ser menos amargo con las personas que intentan ayudarte —le dijo con severidad.

Avanzó con paso decidido hacia la puerta. Suga la siguió con la vista, frunciendo el entrecejo.

—¡Otra cosa! —volvió a decir Sakura—. Me llevo la comida, no la mereces. Si tienes hambre cocinate tú mismo.

Tomó la bandeja en sus manos y salió, dando un portazo. Yoongi miró un poco perdido la hoja blanca en su mano, donde, con una bonita caligrafía, estaban escritos exactamente los mismos versos de su canción.

—¿Qué demonios? —inquirió a la nada—. ¿Cómo lo hizo?

Volvió a mirar la puerta confuso.

—Esa chica es rara —concluyó volviendo a sentarse en el escritorio.

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