Capítulo 5: Azul y gris.

3.1K 231 98
                                    


//////////////////////////////////////////////////////////


-Por fin llegas a casa. ¿Qué tal el trabajo?-

-...-

-¿Mi----?-

-¿Ehh...?

-¿Estás bien?-

-S-si, estoy bien.-

-¿Seguro?- 

-Claro que estoy bien... ¿Porqué preguntas?-

-Es que te ves mas tenso de lo normal.-

 -No pasa nada, todo esta bien... ¿Qué tal los niños?-

...


/////////////////////////////////////////////////////////


A la mañana siguiente, todos los reclutas se encontraban en frente del viejo instructor Shadis, teniendo junto a él a Eren Jaeger, el joven que intentaría su última oportunidad en la prueba de equilibrio. Mentiría si dijera que el castaño estaba demasiado asustado, pero no dejaría que ese sentimiento inundaran su cuerpo, por lo que se mentalizó para la ocasión, estando más serio que de costumbre. Hoy se definiría todo.

Frente a ellos, el resto de reclutas se encontraban expectantes de lo que pasaría a continuación. Muchos de ellos murmurando acerca del joven Jaeger, suponiendo como terminarían las cosas. Entre ellos, el joven Naruto Uzumaki se encontraba con los brazos cruzados con una expresión de completo cansancio. 

Después de lo que sufrió el día anterior, requería de más de una semana de sueño y descanso. Pero para mala suerte del rubio, fue despertado como los demás a altas horas de la mañana y no de la mejor manera. Los gritos de Shadis aun retumbaban en su cabeza, teniendo que alistarse lo mas rápido posible, listos para seguir con su entrenamiento.

Junto a él se encontraban el resto de compañeros, a los que a varios de ellos ya los consideraba como amigos. Entre ellos, el pequeño Armin Arlert, quien estaba algo nervioso con respecto a su buen amigo Eren Jaeger. Esta sería su última oportunidad, temiendo que no pudiese pasar la prueba. Sin embargo, su atención se desvió al oír al rubio Uzumaki abrir la boca ampliamente, mientras daba un profundo bostezo.

-¿Aun sigues cansado, Naruto?- Le preguntó el pequeño rubio, solo para que el Uzumaki gruñera, volteara hacia él de manera pesada, y frunciendo el ceño con una mirada que decía "¿En serio me preguntas eso?".

Armin sudo, mientras levantaba las manos en señal de disculpa, sabiendo que tal vez no debió preguntar eso. El vio lo mal que la pasó Naruto en aquel castigo que el viejo Shadis le dio, y no le sorprendió como a altas horas de la noche, cuando volvió junto con Eren, Reiner y Bertolt a la cabaña, lo encontrarán profundamente dormido, roncando a cuatro vientos.

Ellos cuatro habían salido a dar una caminata nocturna, platicando de sus diversas experiencias cuando los titanes atravesaron las murallas, conociéndose un poco más en el proceso. Los cuatro sabían lo que de lo que eran capaces los titanes, y de lo los motivos por los cuales se alistaron en el ejército. Esa noche se enteraron que Reiner tenía una meta, y esa era regresar a su hogar.

Pero más alejados de ellos, había un joven que observaba al cansado Uzumaki, quien daba otro bostezo. Lo estaba mirando con un rostro que expresa molestia y envidia, solo para después pasar su vista a la joven que estaba junto al rubio. Una chica con su típica expresión neutra, mirando hacia el frente, más precisamente hacia dónde estaban el instructor Shadis, y Eren Jaeger, su "hermano".

El Rey de los TitanesWhere stories live. Discover now