Capítulo 8: Graduación

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En una tranquila y bella noche, la nueva generación de reclutas disfrutaban de lo que serían sus últimos días en la academia. Habían sido unos dos años increíblemente largos y agotadores, y estos últimos días estaban siendo los peores. Shadis ya no entrenaba al grupo de reclutas, sino, que ahora más bien los torturaba, haciendo que su esfuerzo se triplicara a como lo hacían antes. 

Sin embargo, el viejo instructor jamás esperó que todo fueran capaces de aguantarlo, y seguir adelante. Eso, era algo que el viejo Shadis veía con orgullo, sabiendo que ya no eran simples mocosos engreídos, sino que ahora serían soldados.

Aquel grupo de jóvenes se encontraban dentro del comedor cenando, disfrutando el no tener más entrenamientos hasta la mañana siguiente. En una mesa en particular, se encontraban Naruto con los que eran probablemente sus amigos más cercanos, siendo ellos Eren Jaeger, sentado junto a Armin Arlert, y en frente Mikasa Ackerman, quien se encontraba al lado del rubio de ojos azules. Habían sido con los que más tiempo estuvo compartiendo. Principalmente por la buena relación que había tenido con el castaño en sus inicios.

-Es inevitable... Antes de la caída del muro María, solo los pocos miembros de la legión usaban el equipo de maniobras. Para que no degenerase el uso del equipo, usaron el interior como incentivo...- Ese era el joven Arlert, quien se encontraba analizando lo que había sucedido en estos últimos año. Era algo que siempre solía hacer sin darse cuenta de ello. Simplemente pensaba en algo y comenzaba a analizarlo y explicarlo, sin que nadie se lo preguntase.

Naruto se encontraba justo en frente suyo, con los codos apoyados sobre la mesa, sosteniendo una cuchara mientras que levantaba ampliamente una ceja al no entender a dónde quería llegar con su explicación. Mientras que Mikasa, simplemente lo ignoraba, siguiendo con su cena tranquilamente.

Pero el único que ni siquiera se percataba del rubio Arlert, era su amigo de la infancia, Eren Jaeger. Él estaba más concentrado en la mesa de al lado, donde el recluta Jean Kirstein se encontraba fanfarroneando en lo bueno que era con el uso del equipo tridimensional, y de cómo serían miembro de la policía militar junto con Marco Bott. Había insinuando que la vida sería mucho más fácil dentro, y eso no le gusto al castaño Jaeger.

-¿Que la vida es sencilla?- Intervino en la conversación, llamando la atención del joven Kirstein, quien volteo solo para verlo sentado tranquilamente con una jarra en sus manos. -Hasta hace cinco años, esto también era el "interior'' .- Dijo antes de dar un sorbo a su agua.

-¿Adónde quieres llegar, Eren?- Le preguntó el fanfarrón, sin entender el castaño. Armin ya estaba empezando a preocuparse, temiendo que su amigo hiciera alguna otra estupidez. Por otro lado, tanto Naruto como Mikasa simplemente ignoraban lo que estaba pasando, limitándose a escuchar, con expresiones neutras en sus rostros.

-Tu no necesitas ir al interior, tu cabeza ya es bastante sencilla.- Eso le provocó un pequeño tic nervioso en el ojo de Jean, mientras que varios reclutas reían ligeramente al oírlo. Naruto, por su lado, se limitó a hacer una diminuta sonrisa, mientras que Armin ya entraba en pánico, sabiendo lo que seguiría.

-Eres un..- Decía Kirstein antes de ser interrumpido por el castaño.

-¿No te parece raro?... Entrenamos para enfrentarnos a titanes, pero luego nos alejamos de ellos.- Decía Eren, recordando lo que había hablado con Naruto antes, dirigiéndose al que probablemente era su "rival" dentro de la academia. Había pensado en ello desde entonces. Sabía que el sistema de las divisiones era algo extraño. 

Con eso, todo el comedor se encontraba en silencio, oyendo la conversación de ellos dos, siendo para algunos otra simple discusión que terminaría como siempre.

El Rey de los TitanesWhere stories live. Discover now