Prefacio e Introducción

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EL  INFRAMUNDO  DEL  "NO  LO  VEO"  (ANTOLOGÍA  DEL  DISPARATE  SOBRE  SUPERDOTACIÓN):  RESPUESTAS


PREFACIO

El presente escrito se basa en una colección de despropósitos que padres de niños superdotados han tenido que oír en las escuelas como excusas para no atender debidamente la superdotación de sus hijos. La lista original estaba en un archivo de Internet, y su lectura es realmente  mareante,  además de indignante. Así surgió la idea de usarla en el sentido contrario al que le dio origen.


Dicha lista figura, tal como fue encontrada, al final del libro. Ahora bien, para reciclar semejante montón de basura ha habido que ordenarla en grupos según la naturaleza de las afirmaciones y de sus respuestas, procurando contener las expresiones de rabia que surgían al ver no sólo el triunfo de la ignorancia, sino también tanta mala fe.



INTRODUCCIÓN

Es más que sospechoso que la más crasa ignorancia de lo que es la superdotación esté más extendida en el sistema educativo que en el resto de la sociedad. No se trata sólo de que se cometan errores, sino de que muestras de la más absoluta ignorancia sobre el tema están siendo utilizadas oficialmente como excusas para desatender la superdotación.


Dada la actual legislación que reconoce el derecho de los superdotados a que se atiendan sus necesidades educativas específicas, tal exhibición de ignorancia triunfante y cutre sólo puede ser voluntaria.


¿Acaso es por ahorro, como algunas veces se ha dicho? No puede serlo tanto como podría parecer, ya que, si fuera sólo por ahorrar, podría adoptarse la aceleración como única medida de adaptación curricular (que no cuesta nada al sistema y encima ahorra cursos).


¡Pero no! : lo que tenemos no es una simple y errónea aplicación sistemática e indiscriminada de la aceleración, sino una total denegación de cualquier atención específica, aceleración incluida.


Para ello se niega la validez de los informes aportados por los padres aunque procedan de especialistas profesionales y colegiados (sin denuncias por malas praxis), y se les niega además la evaluación de la superdotación por el sistema público. Unas pocas veces la evaluación se consigue, pero los centros escolares no hacen ningún caso.


¿Qué aviesas intenciones oculta todo esto? No hay que ser un genio para ver que el objeto sólo puede ser asegurarse de que los pocos "superdotados" necesarios para gobernar el "cotarro" salgan sólo de donde deben, es decir, de familias lo bastante ricas como para poder mandarles bien pronto a estudiar al extranjero. Hay que impedir  a toda costa que saque la cabeza un exceso de superdotados pobres, siempre indeseables, procedentes del sistema público.


Que los evaluadores públicos no tengan que ser especialistas en superdotados, o ya ni siquiera psicólogos, es un absurdo tan enorme que sólo puede significar que las tan esperadas leyes, por las que tanto se ha luchado, no son más que un adorno para tapar el descarte sistemático.


El  inframundo  del  "No  lo  veo":   respuestasWhere stories live. Discover now