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Narradora's Pov

—No voy a tirar una moneda en ese pozo —bufó Eddie ante la propuesta de Richie.

Habían llegado a la conclusión de que Bill bajaría por el pozo para verificar si era seguro.
Al tener su aprobación, todos comenzaron a deslizarse por la soga hasta llegar con Bill.

Mike estaba a punto de bajar cuando un ruido lo hizo sobresaltar. Volteó con temor y pudo observar al mismo Henry Bowers bañado en sangre.
Los chicos comenzaron a gritar con preocupación, mientras que Hanlon y Bowers peleaban.
Con todas sus fuerzas, el moreno lo empujó haciendo que el rubio cayese al vacío.

Sarah acababa de despertar en un lugar húmedo, sintiendo gotas chocar con su cara. Se levantó desconcertada, mientras miraba a todos lados encontrándose con Beverly tirada en el suelo a unos metros de ella.

—¡Beverly, despierta!

La pelirroja abrió sus ojos exaltada, la miró extrañada y luego dirigió su vista hacia el lugar en donde estaban mientras bufaba con fastidio.

—Tenemos que salir de aquí —murmuró Marsh y la castaña asintió como respuesta.

—¡Bienvenidos al circo de Pennywise, el payaso bailarín! —vociferó una grave voz, mientras que una especie de escenario se dejaba ver iluminado por unas luces naranjas— ¡Se divertirán, reirán, gritarán! Y lo mejor de todo, ¡morirán! —carcajadas comenzaron a escucharse— ¡Presentando a Pennywise!

Pudieron visualizar una gran explosión, a la vez que Eso comenzaba a hacer un baile muy tétrico.

Sarah señaló una puerta, y con rapidez, empezaron a correr, intentado huir del payaso pero les fue imposible. Pennywise ya las había tomado a ambas del cuello, llevándolas a flotar.

—Chicos, ¿y Stan? —preguntó Eddie con la voz temblorosa, aferrándose fuertemente al brazo de Richard

—Me vas a sacar el brazo —se quejó Richie abrazándolo por los hombros.

Bill tomó su linterna y alumbró por todo el lugar hasta que escucharon unos ruidos. Se voltearon y pudieron ver como una cosa horrorosa estaba sobre Stanley

La mujer al verlos, sonrió tétricamente y salió corriendo, dejando al pobre chico aterrado y gritándoles a sus amigos.

—¡Stan, tenemos que salvarlas!

Luego de varios minutos, intentando tranquilizar al de rulos, siguieron su camino encontrándose con diversas cosas que los hacían asustar cada vez más.

Caminaron por unos cuantos minutos más, llegando hasta un lugar lleno de juguetes y ropa de niños.
Cuando vieron hacia arriba, pudieron observar a miles y miles de niños flotando en el aire, y así fue como encontraron a las chicas.

—¡Ahí están!

Bill miraba con lágrimas en los ojos a la castaña, quien se encontraba inconsciente.

—¿Sabes? Soy como la bella durmiente —bromeó Sarah—. Soy hermosa, y duermo todo el día. Es genial, ¿no?

—¿Y q-quién va a s-s-ser el prínci-cipe que t-te resc-cate de tu su-sueño prof-fundo? —rió el castaño.

—¿Quién más va a serlo? —habló con obviedad la chica— Tú, imbécil. —le pegó en el hombro haciendo reír al chico— Lo que tienes de lindo lo tienes de idiota, ¿no?

—Quizás, i-i-idiota por t-ti.

Se secó la lágrima que caía por su ojo izquierdo, y sin pensarlo, besó dulcemente a la castaña.
Ben, al ver cómo Sarah había despertado, repitió la acción con la pelirroja.

Todos sonrieron con felicidad, estaban juntos de nuevo. Pero un ruido los acababa de poner en alerta por décima vez en el día.

—¿Hola?

A Bill se le iluminaron los ojos al escuchar aquella voz. Richie, miró a Eddie y Stanley quiénes se encontraban más confundidos que nunca al creer reconocer la voz.

—¿Georgie?

Todos se pusieron pálidos, ¿estaba vivo?
Una montaña con diversas ropas se estaba moviendo, y de ella, un niño castaño había salido con cuidado, mirando hacia todos lados.

—¡Billy! —exclamó el niño con emoción al ver a su hermano mayor

Los perdedores estaban sonriendo con felicidad, lo habían logrado, encontraron a Georgie, vivo.

—Chicos —habló Beverly con la voz temblorosa—, no quiero arruinar el momento, pero miren eso.

Ella señalaba a un oso de peluche, que se estaba moviendo de una forma realmente anormal.
Sarah, sabiendo lo que podría venir, le indicó a Georgie que se escondiera nuevamente, detrás de la montaña de ropa.

Al ver que Bill era el que tenía el arma de Mike, todos comenzaron a alentarlo para que asesine de una vez por todas al "oso".

—No está cargada —musitó Hanlon con preocupación.

Pero ya era tarde.

Las extremidades del oso ya se estaban haciendo más larga, y el resto de su cuerpo estaba tomando un gran tamaño, hasta convertirse en el abominable payaso que no paraba de atormentarlos.

En un intento inútil de salvarse, todos empezaron a golpearlo pero sin dejarles hacer algo, Pennywise ya había tomado a Bill del cuello, alejándolo del grupo.

—¡Suéltalo, imbécil! —exclamó Sarah con furia

—¡No! —rió chillonamente el oayaso— ¡Me lo llevaré! ¡Cómo a todos ustedes! ¡Y haré un festín con sus carnes! —cambió su expresión de burla a una seria— O, me lo llevo solo a él, y ustedes viven sus vidas felices. Hasta que la vida misma los asesine.

—Chicos, no podemos dejarlo —habló Bev viendo al resto con preocupación.

—Te lo dije, Bill —comenzó Richie, haciendo que todos lo miraran extrañados—. Maldita sea, te lo dije. Me golpeaste en la cara, caminé por agua asquerosa, me trajiste a una maldita pocilga. Y ahora —enumeró, para luego tomar un bate—, tendré que matar a este maldito payaso. ¡Bienvenido al club de los perdedores, idiota!

Ésta vez, juntaron sus fuerzas y comenzaron a luchar con más energía. Pennywise se convertía en los miedos de cada uno, pero eso ya no era suficiente. Ellos lo habían superado, ya no tenían miedo.

Empezaron a acorralarlo, haciendo que éste comenzara a ir hacia atrás. Sus grandes pies chocaron con el borde un pozo, miró a los menores y saltó, hasta quedar con todo su cuerpo colgando de aquel pozo.

—Por eso no mataste a Sarah y Bev, ellas no tienen miedo —habló Bill con seriedad, apuntando a Eso con el arma ya cargada—. Ahora, nadie te tiene miedo, y por eso, te morirás de hambre.

Colocó el arma en su frente, pero antes de que pudiese disparar, Pennywise ya había saltado.

—Miedo.

una nueva loser ; bill denbrough Where stories live. Discover now