#El último pedido: Más allá de un divorcio.

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Pareja: Santana y Luciano.

Narrador omnisciente:

Era el 1 de agosto:

-En el interior de una habitación silenciosa, una pareja de esposos discutía en medio de una tensión palpable:

Luciano: ¿Por qué quieres divorciarte?-Preguntó, su voz temblando mientras intentaba contener las lágrimas que amenazaban con salir.

Santana: Leo, las cosas ya no son como antes-Explicó en tono sereno, evitando mirarlo directamente a los ojos.

Luciano: ¿Qué cambió?-Cuestionó, con una mezcla de dolor y confusión en su mirada.

Santana: No lo sé...pero esto es lo mejor para ambos-Respondió, suspirando pesadamente.

Luciano: ¿Para ambos? ¿O solo para ti?-Replicó con frialdad.

-El silencio cayó entre ellos como una barrera, hasta que Santana rompió la tensión:

Santana: Por favor, Leo...no lo hagas más difícil de lo que ya es-Suplicó suavemente.

Luciano: Está bien...firmaré el acta de divorcio, pero con una condición-Dijo tras una larga pausa.

Santana: ¿Qué condición?-Preguntó con una ligera preocupación en su voz.

Luciano: Quiero que me lleves en tu espalda desde que lleguemos del trabajo hasta el final de este mes-Su tono era firme, pero sereno.

Santana: Si eso es lo que quieres, lo haré-Aceptó sin dudar, aunque un destello de desconcierto cruzó su rostro.

-Después de un momento, Santana cambió de tema, mirando hacia la ventana con preocupación.

Santana: Hablando de los
niños...¿Cómo se lo diremos?-Preguntó, preocupado por el impacto que la noticia tendría en ellos.

Luciano: Yo me encargaré de eso. Les hablaré cuando termine el mes-Su voz sonaba decidida, aunque su corazón estaba quebrado.

Santana: Está bien...será mejor que me vaya al trabajo. Nos vemos en la tarde-Se despidió, con un aire de incomodidad mientras salía de la habitación, dejando la casa en silencio.

-Tan pronto como la puerta de entrada se cerró, Luciano se desplomó sobre la cama, incapaz de contener más las lágrimas:

Luciano: Creo que al final no podré decirte la verdad, Santana...lo siento...-Murmuró, mientras las lágrimas brotaban sin cesar, bañando su rostro en un dolor profundo y silencioso.

-Después de un rato, Luciano se recompuso, limpiándose las lágrimas. Respiró hondo y fue a despertar a sus hijos:

Luciano: Niños, arriba...es hora de ir a la escuela-Dijo mientras acariciaba suavemente a sus dos pequeños, despertándolos.

Julián: ¿Papi, ya te sientes mejor?-Preguntó el mayor, con los ojos todavía medio cerrados por el sueño.

Luciano: Sí, mi amor, ya estoy bien. No te preocupes por mí-Respondió con una sonrisa, intentando ocultar su tristeza.

Diego: Qué bueno, pa-Comentó el menor, ya más despierto.

Luciano: Ahora, vayan a vestirse. Los espero abajo para desayunar-Salió de la habitación, respirando profundamente para mantenerse fuerte frente a ellos.

-Después de desayunar juntos, Luciano llevó a sus hijos a la escuela y luego se dirigió al trabajo como de costumbre.

A la tarde:

One Shots de Capitán Tsubasa/Super Campeones.Where stories live. Discover now