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▪︎La aventura de Gilbert▪︎

Cole se encontraba en su habitación, estaba limpiando sus zapatos y ordenando su ropa, habían sido unos días muy intensos para el y necesitaba descansar, ya que mañana tendría que volver a su escuela y continuar con su rutina.

Después de  un momento se recostó  en su cama.

Estaba con su cuaderno y su lápiz trazando unas líneas mientras escuchaba el sonido caótico de la ciudad.

Su mente estaba nublada, sentía un sentimiento muy extraño, había experimentado tantas cosas en su fin de semana en Avonlea que sentía un sentimiento muy extraño de intriga.

Ahora que todo estaba funcionando con Gilbert se sentía muy bien por ese lado, se sentía enamorado, con ganas de hacer muchas cosas, sentía mariposas en el estomago y todo lo que en los cuentos relatan como el amor.
Pero por otro lado sentía una sensación extraña con Billy, lo quería como amigo y sentía empatía con sus sentimientos, no quería dañarlo, aunque a este punto era inevitable.

Cole de pronto abrió un libro que tenía en su mesa de noche y comenzó a leer una cita de un libro de amor que estaba leyendo hace un par de meses, pero que nunca pudo terminar por falta de tiempo.

" El amor es algo extraño, mágico, te atrapa y sientes miel emociones, como un torbellino de pasión... más si el amor duele, se siente como la oscuridad infinita"

Cole pensaba en todas estas metáforas y las asociaba a sus emociones, era todo confuso pero al final todo hacía sentido.

Después de un rato dejó de leer el libro, era un tipo de lectura que de seguro a Anne le encantaría, pensaba Cole.

Después de un breve momento en el que se puso sus zapatos, Cole bajó a la sala principal en donde estaba Josephine.

Para su sorpresa descubrió que en la sala principal no estaba, tampoco en el comedor, ni el patio.
Cole se sorprendió y camino hacia el corredor para preguntarle al mayordomo.

- Buenos días, de casualidad sabe donde se encuentra Josephine? Preguntó.

- Si, en la mañana salió muy temprano ya que dijo que tenía que ir al banco a hacer un par de trámites.

- Oh, muchas gracias.

Cole subió a su habitación nuevamente, Josephine no se encontraba así que pasaría el tiempo dibujando.
Se propuso a el mismo dejar de pensar en temas amorosos, eran un distractor y lo ponían un poco fuera de órbita.

Paso cerca de dos horas dibujando.
Esta vez no dibujo nada relacionado al amor, dibujó algo que le daba esperanza, un lindo tren perdiéndose en el atardecer.

Esto representaba para el sus sueños sus anhelos, lo mucho que deseaba ser alguien feliz en la vida, viajando por el mundo, conociendo artistas, viviendo una vida libre y alocada.

Por otro lado, Gilbert Blyte, había pasado toda su mañana ordenado su cuarto y ayudando a Bash.

Ahora se encontraba en la estación de trenes de Avonlea, quería darle una pequeña sorpresa a Cole, quería ir a visitarlo.

Una vez que estaba sentado en el asiento que compró, se puso a observar por la ventana y vió algo que lo dejó atónito.
Era Billy Andrews, entrando al vagón del tren, al mismo destino que iba el el.

Para la mala suerte de Gilbert, el asiento que tenía Billy estaba junto al lado de el, así que tendría que pasar todo el camino a Charlottetown junto a él.

Billy puso una cara extraña y se sentó de mala gana al lado de Gilbert.
Hubo un silencio incómodo hasta que Billy pensó en un plan para molestar a Gilbert.