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→ calum hood

Tres días más tarde aún me siento aturdido mientras busco a Circe del aeropuerto y hay paparazzis a mi alrededor, acechándome para que hable de mi relación con Luke Hemmings.

Me niego, excusándome que sólo tengo un rato para retirar a mi amiga y que luego tengo que volver a trabajar. Cuando me preguntan por qué no estoy con Luke, digo que tengo algunas cosas que hacer y que prefiero que se concentre en el Real Madrid que en mí, lo que no es una mentira. 

— ¡Hey, Calum! —alguien me saluda a la distancia y yo diviso una cabellera castaña corta y unos bonitos ojos verdes—. ¡Te extrañé!

Circe acelera corriendo hacía mí y nos fusionamos en un abrazo. Le doy un beso en la frente y ella se aferra un poco más a mí. Hace mucho tiempo que no nos vemos y yo la he extrañado bastante.

— Y yo a ti, Circe —le digo con total honestidad. Nos separamos—. Vamos, Michael te está esperando en  apartamento.

Ella asiente con la cabeza y toma su valija. Los dos caminamos entre los reporteros que nos hacen preguntas, todos ellos saben de nuestra amistad y de lo respetada que es Circe en Europa y Asia. Sin embargo, todos quieren saber por qué Circe ha dejado su documental sobre la Gran Muralla China para pasar un fin de semana en el Reino Unido. 

— ¿Podemos ir a McDonald's? —ella inquiere. Muevo la cabeza en afirmación—. Me estoy muriendo de hambre.

— Sí, le diré a Michael que venga —menciono, una vez que los dos estamos en el taxi y le digo la dirección de McDonald's.

El taxista me mira fijamente, lo que me incomoda pero parece causarle gracia a mi amiga, que me mira con sus ojos verdes-azulados llenos de diversión.

— ¿Eres el novio de Luke Hemmings? —me pregunta, yo asiento—, ¿qué tal va todo entre ustedes? Yo siempre supe que ese chico era gay.

Me ahogo con mi propia saliva y Circe ríe. Ella —además de Atticus, Herbert y Luke—  sabe la verdad. No puedo mentirle, especialmente cuando ha venido a salvarme luego de que le mintiera a Michael sobre mi relación con Luke. 

— Bien —contesto, forzando una sonrisa—. De hecho es bisexual —corrijo.

El hombre asiente. Puedo notar que tiene ganas de hablar más, pero no dice nada. Es como si estuviera mordiendo su lengua para no decir algo que pudiese resultar hiriente o molesto. Sé esa sensación, me sucede a menudo cuando en una entrevista quiero hablar, pero sé que no debo hacerlo por temor a arruinar las cosas. 

— Y... ¿por qué decidieron sacar a luz su relación?

— No planeábamos digo—. Queríamos mantenerlo en secreto.

— Déjenos aquí —Circe dice, en cuanto ve el brillante cartel de McDonald's reluciendo a mitad de cuadra. El taxista frena el auto en una esquina y Circe le da un par de libras—. Te he salvado el pellejo otra vez —y tiene razón. No sé,  a ciencia cierta, cuántas veces ella me ha ayudado. 

La voz de Circe es una mezcla de inglés con un fuerte acento del sur de Francia e italiano, bastante raro, pero especial. Al fin y al cabo, ella es Circe Delaigue y todo en ella es especial. 

— Vamos —indico, cargando su maleta hacia el local, que por suerte está medio vacío al ser las tres y siete minutos de la tarde según mi reloj. 

La vendedora nos recibe y nos pregunta que vamos a pedir. Ambos decimos lo mismo a la vez: Nuggets de pollo con bebida grande y que luego pediremos un McFlurry de oreo. Sé, por la expresión de la vendedora, que quiere preguntarme algo o que al menos me ha reconocido.

Saco la tarjeta de crédito para pagar. Una de las ventajas de ser la pareja momentánea de Luke Hemmings es que tengo una tarjeta sin límites de compra... y no la pago yo.

Tampoco es que pretenda gastar todo el dinero de Luke, soy una persona bastante racional.

— Oye, Cal —suelta Circe mientras recibimos nuestros pedidos y nos sentamos en una mesa, dejando la valija debajo de la misma—. Tienes que explicarme todo muy bien, no puedo creer que vine de China aquí sólo por una mentira.

— Lo sé —respondo y le pongo un poco de ketchup a mis Nuggets—, pero no podía decirle la verdad a Michael.

— ¿Por qué no? Es tu mejor amigo.

— Pero también es mi ex novio —interrumpo—. Y no creo que sea bueno mentirle a mi ex novio, todos saben que es importante ganar una ruptura.

Circe sólo rueda los ojos.

— No sé que me preocupa más —murmura—. Que quieras ganar la ruptura, que sigan viviendo juntos a pesar de todo o que estés fingiendo una relación con una celebridad.

Mi apartamento está vacío. Y se siente vacío. En una semana me iré a España, justo después del festival indie al que iremos con mis colegas, los Paez Postiglione, Michael, Circe y Luke. Claro que me inquieta tener que ir con Luke a un festival, sobre todo porque conocerá a personas importantes para mí, pero no hay nada que pueda hacer. Soy parte de esto también, y mis decisiones repercuten no sólo en mí, sino también en mis más allegados. 

Acomodo las cosas de Circe en mi habitación. Dada las circunstancias, yo no puedo dormir con Michael y tampoco creo que ella quiera hacerlo, así que me quedará en el sillón, después de todo, ella y yo nos marcharemos rápido. 

— Dime, Cal, ¿Cuándo llega Michael?

Me encojo de hombros, explicándole que él dijo que estaría en el apartamento, pero por lo visto no lo está. 

— Calum, creo que deberías decirle que lo que tienes con Hemmings en realidad no es real.

Niego con la cabeza esta vez.

— ¿Por qué debería hacerlo? —indago, recordando la causa por la que rompimos.

— Mira, puedes mentirle a un país, a los medios, a Obama si quieres o a la Reina, pero no puedes mentirle a quienes realmente te conozcan. Y mucho menos puedes mentirte a ti mismo.

Yo asiento. Claro que lo sé.

— Yo... ¿a qué viene todo esto?

— ¿Lo haces por dinero?

Y es en ese momento que veo el cabello —ahora azul— de Michael entrar por la cocina. Sus ojos me examinan, tratando de ver más allá del muro con el que me cierran para que no sepa en lo que estoy pensando.

— ¿Qué haces por dinero? —inquiere y se fija en Circe—. ¿Cómo estás, Cici?

Pero luego vuelve a fijarse en mí. Y digo lo que aún no le he mencionado.

— Me contrataron en España —no es verdad del todo, pero tampoco una mentira—, y me mudaré allí en una semana.

Veo que Michael se pone incluso más pálido y una parte de mi corazón se achica. A veces lo extraño...

— Ni siquiera hablas español —replica y me mira—. Es por dinero, ¿tengo razón?

— Es por Luke —respondo—. Quiere que lo acompañe y me ofrecieron un empleo.

Michael no dice nada, simplemente se va y puedo escuchar un azote en la puerta.

Sé que lo arruiné. Miro a Circe.

Debes decirle la verdad.

Y luego de eso, ella también se va.

players; cake.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora