SABES LO QUE SIGNIFICA, ¿NO?

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—Madre mía, juro que en cualquier momento me vuelvo a poner a llorar.

Samantha había cogido una silla y se había sentado junto a la camilla de Eva, mientras que Maialen y Hugo habían decidido quedarse de pie. El rubio tenía la expresión nula. No soportaba el hecho de saber que, alguien misterioso, había intentado matar a su... ¿Su qué? ¿Su amiga?

El caso era, que iba a poner algún remedio para que eso no volviera a ocurrir. Iba a hablar con la directora para que pusiera cámaras o algo de seguridad. Ese asesino seguía suelto y estaban dejando que rondara por allí como si nada.

—¿Cuánto creéis que tardará en despertarse? —preguntó Maialen, mirando a su compañera.

—No tengo ni idea —la respondió Samantha. Hugo no había abierto la boca en el rato que llevaban allí.

—¿Creéis que Eva debería hablar con un psicólogo?

—Sí, pero, ¿tú crees que van a traer aquí a un psicólogo si ni siquiera han hecho nada con respecto al asesino? Además, ¿quién querría venir aquí, con todo lo que está pasando? —cada vez, Hugo se cabreaba más, al pensar en las malas decisiones de la directora.

—Sí, tienes razón.

La del flequillo se sentía un poco estúpida, al pensar que la dueña del internado haría algo con sentido. En el poco tiempo que llevaba allí, se había dado cuenta de lo mal que esta señora gestionaba los asuntos importantes.

Niños —la enfermera acababa de entrar en la enfermería. Llevaba consigo unos objetos extraños, que ninguno de los tres estudiantes consiguió descifrar. —, es la hora de que os vayáis a vuestras habitaciones, para prepararos para la cena.

—No creo que vaya a cenar —dijo Samantha, casi susurrando.

—¿Por qué, niña? —la señora estaba depositando los objetos en una mesa cercana a la cama de Eva.

—Esque, desde la muerte de... —respiró hondo y prosiguió. —... De Eli, he tenido mareos y vómitos, muchos vómitos.

La enfermera dejó de colocar los instrumentos y se giró, la miró un poco sorprendida.

—Jovencitos, ¿por qué no os vais llendo? —les indicó a Maialen y a Hugo que se marcharan.

—Pero...

—Sin rechistar, jovencita.

Los expulsados salieron de la enfermería, no sin que el rubio hubiera besado la cabeza de la paciente. Cuando la puerta se cerró, la enfermera se giró bruscamente hacia Samantha.

—¿Qué le ocurre? —preguntó esta, un poco confundida.

—Siéntate, querida —hizo como se le pedía y se sentó en una de las sillas de la oficina de la enfermera.

—¿Por qué este misterio?

—Tengo que hacerte unas cuantas preguntas antes de tener un diagnóstico —sacó de un cajón un papel y comenzó a escribir.

—Mm, vale —la rubia seguía sin saber que ocurría.

—Necesito que respondas sinceramente —Samantha asintió con la cabeza. —. Bien, comencemos. ¿Hace cuánto tienes estos síntomas?

—Desde la muerte de Eli. Pero antes de entrar aquí, me acuerdo que estuve también con vómitos.

La adulta apuntó algo en su hoja.

—¿Cuándo fue su último período?

La cara de la menor palideció.

—Hace... Hace dos meses y algo.

—Esta es la última pregunta, ya que creo que tengo muy claro lo que tiene, ¿cuándo fue la última vez que tuvo relaciones sexuales?

La rubia se sentía un poco avergonzada. Sentía que estaba a punto de llorar. Se aclaró un poco la garganta.

—Creo que hace un poco más de dos meses.

—De acuerdo. Creo que incluso usted sabe cuál puede ser la causa de todos estos síntomas, ¿no?

La preguntada asintió lentamente, con lágrimas en los ojos.

—Puede que esté embarazada.

CHAN CHAN CHANNN

Este es el nuevo capítulo. 😏😏
En realidad hoy no tengo mucho que poner aquí, lo único que siento haber tardado, ¿cuanto, un mes? en subir capítulo. No tengo excusa.

Para el próximo capítulo ni voy a poner un número de comentarios o votos, pero necesito que tenga mucho apoyo.
❣❣

Los asesinatos del internado Medio Dia | OT 2020Where stories live. Discover now