|Correccional|

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Narumi:

Habían pasado 4 días desde la cena con Gojo y la última vez que ví a Fushiguro e Itadori. Seguía dándole vueltas a aquella noche y el por qué había alejado a Gojo de mí.
-¿Si te gusta por que le apartas Narumi?
Esa oración se repetía una y otra vez en mi cabeza mientras veía "tranquilamente" La televisión.
Ya habían asignado a Kevin a un colegio así que hasta que no fuera tarde no le vería.
Miré a la ventana y fruncí el ceño, el cielo estaba encapotado y parecía que rompería a llover en segundos.

-tengo un mal presentimiento- pensé y seguidamente me dió un escalofrío. Preferí no darle más importancia y seguir viendo aquel programa tan entretenido.

3 horas después

Itadori:

Habíamos llegado al punto de nuestra misión, era un correccional y según el hombre que estaba explicando la situación, probablemente se tratara de un espíritu maligno de categoría especial.
Ví a Fushiguro y a mi nueva compañera Kugisaki angustiados al mencionar que sería un categoría especial.

—Esto... Sigo sin entender muy bien eso de categoría especial— pregunté

—Te lo explicaré como si fueras tonto, hay distintas categorías de espíritus malignos... — el hombre me explicó los niveles de los espíritus malignos y ahí entendí todo.

—¡Entones esto es terrible!— Grité

—Normalmente se les asignan los categoría especiales a hechiceros profesionales, este trabajo debería de hacerlo alguien como Gojo— explicó Fushiguro

—¿Y el donde está?— pregunté buscándolo con la mirada.

—Esta en un viaje de negocios—

—¡Pero moriremos si no está el! — tenía mucho miedo.

—Vuestra misión aquí no es pelear contra el categoría especial, tenéis que evitar entablar una pelea con el y rescatar a las 3 personas que hay en peligro ¿de acuerdo?— explicó el gafotas.

Los 3 asentimos y nos dirigimos dentro del pabellón. Fushiguro sacó a uno de sus adorables perros sombra para que recordara el camino de vuelta e intentara detectar a los 3 individuos.

—P-pero que es e-esto? — preguntó Kugisaki mientras miraba la gran estancia que se había formado.

— Esto es demasiado grande, nos estamos enfrentando sin lugar a dudas a un categoría especial— Fushiguro trago saliva.

—¡La puerta!— los tres nos giramos para ver el lugar por el que habiamos venido, pero la puerta ya no estaba.

Kugisaki y yo nos pusimos ha bailar y a canturrear que haríamos si la puerta ya no estaba.

—Relajaos, mi perro sombra recuerda el olor de la salida— explicó Fushiguro y Kugisaki y yo abrazamos al adorable perro blanco.

Seguimos avanzando hasta una sala, hasta que vimos un cuerpo desfigurado en el suelo.

Me acerqué a el y miré la etiqueta de su traje.
-Es el hijo de la señora que hay fuera-
—Tenemos que llevarnoslo— ordené.

—Tu estas loco? No podemos llevarnoslo— Fushiguro estaba realmente enfadado.

—Su madre no aceptará la muerte de su hijo sin su cadáver— le grité.

—Este hombre atropelló a una niña pequeña, que harías si la persona a la que has salvado mata a otra?— gritó, me quedé dubitativo, iba ha contestarle pero...

Imposible |Ryomen Sukuna × (T/N)|Where stories live. Discover now