Tras una agotadora reunión con el clan de San Francisco, en lo único que piensa el vampiro Raphael es en tomarse un merecido descanso, acomodarse en su sofá favorito y beber una copa llena de su sangre predilecta, pero todo su plan se ve arruinado cuando recibe una urgente llamada de su amigo brujo rogándole que se haga cargo de un salvaje novato que está causando estragos en su domicilio. Acepta a regañadientes, claro que al parecer a Magnus se le olvidó mencionar cierto detallito, el novato en cuestión es un chico terriblemente lindo con la manía de abrazar a todo el mundo ¡Dios! Y se siente tan blasfemo, tan incorrecto, porque ahora su religión empieza y termina en esos rosados labios traviesos. Simon lo convirtió en un creyente con sólo mirarlo a los ojos.
8 parts