04.- (Ofendido)

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La forma en la que Athan colocó a Florian en su auto fue delicada y suave, nada comparado con lo que hace una hora estaba haciéndole en su oficina.

Después de tanto placer, ese chico pálido no soportó y cayó realmente dormido... O mejor dicho, inconsciente.

Athan se dió a la tarea de vestirlo de forma dulce y cuidadosa, con miedo de hacerle daño, después de todo, ya tuvo suficiente con las marcas que tenía su cuello ahora.

El lado bueno, era que el celo de ambos bajó considerablemente, el instinto del alfa pasó de ser salvaje e insaciable, a protector y cariñoso, ahora no podía dejar de cuidar a Florian.

Se encontraban en el auto del mayor, en el que afortunadamente no era él quién lo manejaba, un chófer era el que se encargaba de vez en cuando de llevarlo, esperando a que Lombardo saliera del trabajo para llevarlo a casa.

También era suerte que Cassandra haya salido temprano de trabajar, por lo que ella no debía saber que Florian pisó en el edificio hoy.

Y ahí estaban, rumbo a la casa del mayor.

Athan tenía a Florian en su regazo, abrazándolo fuertemente mientras lo veía descansar.

Ese sentimiento de querer tenerlo para él, era algo nuevo que descubrió la primera vez que se introdujo en él, creyó que era por el placer físico, pero después de la acción, y de que lo vistiera, se dió cuenta que Florian en serio era un chico de pocas palabras.

No solo de pocas palabras, en estas dos semanas, el castaño no se esforzaba por querer demostrar mucho sus emociones, todos los días cuando llegaba a dar parte del dinero obtenido, era una rutina directa; llegar, entregar, salir.

Los ojos de Florian se veían hinchados aunque estuvieran cerrados, tal vez por esas lágrimas que derramó al ser penetrado de forma ruda sobre un lugar frío como un mueble.

Nadie sabía la realidad de Athan, todos pensando que él era tan frío, cuando él mismo podía asegurar que se caracterizaba por enamorarse muy rápido.

Y claro que, sus planes de venganza ahora fueron medianamente alterados, el plan original era que podría incluso tener sexo con Florian, pero que al final él mismo chico tenía que irse al momento de romperle el corazón a Cassandra.

Recargó su cabeza en el respaldo, él se odiaba por ser tan enamoradizo, en verdad detestaba querer llevar las cosas muy rápido.

Pero tampoco podía culparse, Florian tenía todo lo que podía gustarle, y el hecho de verlo casi diario estas semanas hacía que se intersara más en él.

-¿Sabes a dónde llevar personas a algo como una cita?- preguntó desde atrás a su segundo confidente después de su asistente, el chófer.

-Restaurantes, un parque, el cine... Mmh, hay un bar solo para parejas a dos calles de aquí- contestó el hombre con canas, simpático.

-¿Qué crees que le guste a alguien como él?- volvió a cuestionar -lo digo porque... No sé nada de sus gustos o pasatiempos.

-Bueno, realmente no lo sé, jefe- insistió el chófer -en mis tiempos, en mi pueblo, cuando queríamos cortejar a alguien, invitábamos a esa persona a cortar las fresas de los campos de la familia, era una tradición, ir a cortar fresas era algo así como formalizar la relación.

-¿Las fresas del supermercado cuentan?- añadió el pelinegro.

El hombre rió. -En ese caso, podría intentar acercarse más a su, mmh, no sé qué sea de usted, recuerdo haber visto a ese joven con la señorita Lombardo.

-Dígamos que él es su mejor amigo- contestó el alfa sonriendo inocentemente, tal cual un niño que acaba de romper algo -si te soy sincero, él ni siquiera quiere considerarme como su conocido, y es probable que mañana me odie por llevarlo a mi casa.

Mi Seductora Venganza © |MSV#1|Where stories live. Discover now