06.- (Resignación)

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La noche cayó tan pronto como se podía esperar, la ciudad ya estaba cubierta de nuevo por la oscuridad del cielo. Las calles se sentían frías y desoladas, y cómo no, si siendo la una de la mañana, las personas ya estaban bastante dormidas.

O al menos... Eso era lo que se suponía debían estar haciendo, no investigando una dirección de domicilio tan frenéticamente como Athan Lombardo lo estaba haciendo en su oficina con ayuda de su asistente, que al estar solos nada más, ya es su mejor amiga de nuevo.

Ahí estaban, dos adultos en medio de la noche, intentando averiguar dónde podía vivir el omega que tiene a Athan hechizado.

-¿Podríamos continuar mañana?- dijo Mayleen totalmente tirada en el sofá, de cabeza, sus tacones por el suelo, y su ropa formal arrugada -¡Quiero dormir, Athan!

-Dormiremos cuando sepa dónde vive Florian- contestó sin filtro.

-¡Agh, aunque supieras dónde vive, él no va a abrirte la puerta así como así!- reprendió la mujer, volviendo a sentarse como una persona normal -debes entender la indirecta.

-¿Cuál? ¿Sexo salvaje lleno de perversión y placer?- añadió el alfa inocentemente -¡Es lo único que mi cabeza procesó si en su frase estaba la palabra "condones" y una conjugación del verbo "follar"!

A veces Athan decía cosas muy raras.

Volvió a ver a la nada, recordando la sonrisa pícara de Florian al decirle que iban a usar todos los condones si lo lograba, también era cierto que el alfa solía perderse en los recuerdos.

-No, tarado- Mayleen se levantó, en busca de sus zapatos -lo que Florian busca es que, no lo trates como un objeto, un prostituto o algo que puedes pagar por sexo. Lo que quiere es que consigas convencerlo de que estás interesado, no sé con certeza si él lo está o no, pero no quiere sentirse como algo que se puede desechar, ¡Piensa un poco, genio!

-¿Y entonces qué debo hacer? Es muy complicado- dejó su cabeza en el respaldo de la silla, dejando de buscar en su computadora.

Mayleen pensó arduamente, era la primera vez que veía que Athan estaba tan interesado en alguien.
Claro que, jamás se esperó que fuera con la pareja de la hermana del director, sin embargo, si a Mayleen la hacían elegir entre la lealtad a su mejor amigo, o a tener una recompensa por su honestidad... Preferiría la lealtad a Athan.

Porque raramente, Athan y Mayleen siempre fueron inseparables, y ninguno traicionaría al otro ni en las peores circunstancias, por lo tanto, la chica habría de ayudar al alfa a conquistar a Florian.

-Dijiste que querías invitarlo a una cita- pronunció la mujer de cabello gris -y él te dijo que fueras a su casa cuando descubrieras su dirección y cuando lo trataras bien, ¡Tienes que invitarlo a cenar!

-No creo que él acceda a ir conmigo, ya lo intenté, y solo recibí una erección sin tratar.

La mujer rodó los ojos, negando y pensando profundamente; ¿Por qué soy amiga de este idiota?

Y recordó, que hicieron un pacto a los diecisiete años. Los dos alfas jamás habrían de dejarse solos.

-Solo llámalo, dile que le haces una cordial y pura invitación a comer algo, ¡Sin insinuaciones que involucren desnudarse!

Hizo un puchero cuál niño pequeño, bajando su cabeza desanimado.

No obstante, recordó sus verdaderas intenciones, y lo mucho que habría deseado lograr que la propuesta de la cita resultara bien.

Por suerte para Athan, el omega no solía poner contraseña a su celular, y en ese tiempo en el que Lombardo tuvo las cosas del menor, aprovechó para registrarse a si mismo en contactos, y claro, que no desaprovechó y grabó el número de Florian en el suyo.

Mi Seductora Venganza © |MSV#1|Where stories live. Discover now